La Palabra del día 22 de setiembre del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:24 pm
Mi madre y mis hermanos son éstos: los que escuchan la palabra de Dios y la ponen por obra.Reflexión. La Palabra de Dios crea un nuevo tipo de familia.
1. La familia judía. Los judíos de tiempos de Jesús, estaban unidos por los lazos de la sangre y también de la fe. Se consideraban hijos de Judá, hijo de Israel, hijo de Abrahán. Ese vínculo era sagrado, al punto que no podían emparentarse con otro tipo de personas. Nadie más que los descendientes de Judá, de Israel y de Abrahán podían ser considerados hermanos.
2. Nueva familia. Jesús establece un nuevo tipo de familia. Ésta, se funda en la escucha y en la práctica de la Palabra de Dios. Ya no predomina la sangre, sino, la Palabra, ésta nos constituye en hermanos de Jesús. Por ello nos llamamos la familia de Dios, pues somos sus hijos e hijas. Y por esta razón, en nuestra Iglesia, todos nos llamamos hermanos y hermanas.
3. Eminente Madre. María está unida a Jesús doblemente: Ella le dio su carne y su sangre, Ella es su Madre biológica; pero sobre todo, nadie mejor que ella escuchó y practicó la Palabra de Dios. Por esto, es también de la Iglesia y de cada creyente. Además, según san Juan, Jesús en su hora hizo el don de todo discípulo suyo a su Madre al decirle: “mujer ahí tienes a tu hijo”.
- Padre celestial, ayúdanos a escuchar y practicar tu Palabra, para ser llamados con propiedad hermanos y hermanas de tu Hijo, familia de Dios. Ten un feliz día.
Esdras 6,7-8.12b.14-20. En aquellos días, el rey Darío escribió a los gobernantes de Transeufratina: "Permitid al gobernador y al senado de Judá que trabajen reconstruyendo el templo de Dios en su antiguo sitio. En cuanto al senado de Judá y a la construcción del templo de Dios, os ordeno que se paguen a esos hombres todos los gastos puntualmente y sin interrupción, utilizando los fondos reales de los impuestos de Transeufratina. La orden es mía, y quiero que se cumpla a la letra. Darío." De este modo, el senado de Judá adelantó mucho la construcción, cumpliendo las instrucciones de los profetas Ageo y Zacarías, hijo de Idó, hasta que por fin la terminaron, conforme a lo mandado por el Dios de Israel y por Ciro, Darío y Artajerjes, reyes de Persia. El templo se terminó el dia tres del mes de Adar, el año sexto del reinado de Darío. Los israelitas, sacerdotes, levitas y resto de los deportados, celebraron con júbilo la dedicación del templo, ofreciendo con este motivo cien toros, doscientos carneros, cuatrocientos corderos y doce machos cabríos, uno por tribu, como sacrificio expiatorio por todo Israel. El culto del templo de Jerusalén se lo encomendaron a los sacerdotes, por grupos, y a los levitas, por clases, como manda la ley de Moisés. Los deportados celebraron la Pascua el día catorce del mes primero; como los levitas se habían purificado, junto con los sacerdotes, estaban puros e inmolaron la víctima pascual para todos los deportados, para los sacerdotes, sus hermanos, y para ellos mismos.
Salmo 121. Vamos alegres a la casa del Señor. ¡Qué alegría cuando me dijeron: "Vamos a la casa del Señor"! Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén. R. Jerusalén está fundada como ciudad bien compacta. Allá suben las tribus, las tribus del Señor, R. según la costumbre de Israel, a celebrar el nombre del Señor; en ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David. R.
Fray Luis Galindo,O.P.