La Palabra del día 21 de setiembre del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:24 pm
Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos: "¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?" Jesús lo oyó y dijo: "No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa "misericordia quiero y no sacrificios": que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores."Reflexión. Jesús elige a sus discípulos sin hacer distinción de personas.
1. Llamado. Los cuatro primeros discípulos fueron pescadores, el quinto, Mateo, es un publicano. Este tipo de personas eran despreciadas por los fariseos, los consideraban traicioneros a su patria, idólatras y ladrones. Con ellos no se debía tener trato, menos sentarse a comer juntos, eran considerados impuros. Jesús rompe estereotipos, fija su mirada en él, y lo llama nada menos que a ser uno de sus Doce íntimos amigos.
2. A la mesa. Mateo celebra un banquete, para compartir con sus amigos y allegados el emprendimiento de su nueva vida. Naturalmente los invitados son de su misma condición, “publicanos y pecadores”, Jesús no se hace problemas de compartir con estas personas la misma mesa. Da la impresión que el Señor tuviera predilección especial por los marginados y considerados malos de la sociedad de su tiempo.
3. Médico. Jesús al oír la pregunta que hacen los fariseos a sus discípulos, expresa el sentido de su misión, él ha venido por los enfermos, por los necesitados de salud física, mental y espiritual, por los enfermos a causa el pecado. Su vida entera la entregó por el perdón y la salvación de la humanidad sumida en el pecado. Desde entonces todos estamos convocados a compartir la mesa del Señor, es decir, a compartir su vida y su misión.
- Los bautizados somos discípulos de Jesús, no porque seamos buenos y santos, sino porque necesitamos de la salud espiritual. Ten un feliz día.
Primera Lectura: Efesios 4,1-7.11-13. Hermanos: Yo, el prisionero por el Señor, os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados. Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo. A cada uno de nosotros se le ha dado la gracia según la medida del don de Cristo. Y él ha constituido a unos, apóstoles, a otros, profetas, a otros, evangelizadores, a otros, pastores y maestros, para el perfeccionamiento de los santos, en función de su ministerio, y para la edificación del cuerpo de Cristo; hasta que lleguemos todos a la unidad en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud.
Salmo 18. A toda la tierra alcanza su pregón. El cielo proclama la gloria de Dios, el firmamento pregona la obra de sus manos: el día al día le pasa el mensaje, la noche a la noche se lo susurra. R. Sin que hablen, sin que pronuncien, sin que resuene su voz, a toda la tierra alcanza su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje. R.
Fray Luis Galindo,O.P.