La Palabra del día 20 de mayo del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:08 pm
y ninguno se perdió, sino el hijo de la perdición, para que se cumpliera la Escritura. Ahora voy a ti, y digo esto en el mundo para que ellos mismos tengan mi alegría cumplida. Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Conságralos en la verdad; tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo. Y por ellos me consagro yo, para que también se consagren ellos en la verdad.”Reflexión. Seguimos meditando la oración sacerdotal de Jesús, Juan 17. Es el testamento de Jesús en forma de plegaria en la Última Cena. El Señor ora al Padre por sus discípulos presentes y los de todos los tiempos. Hoy pide:
1. Guárdalos. Jesús pide a su Padre que los guarde, es decir, que los cuide y proteja. Esto es muy importante, porque encontrarán tantos peligros y tribulaciones que podrían apartarlos del camino.
2. Que sean uno. Pide por la unidad de sus seguidores, será una característica propia. Quiere que se reproduzca en la comunidad de discípulos la comunión que él experimenta con su Padre y el Espíritu Santo.
3. Alegría. A lo largo de estos días Jesús habla de la alegría cumplida. Su presencia espiritual continua y la fuerza del Espíritu Santo que experimentarán después de Pentecostés les dará alegría plena.
4. Líbralos del mal. Jesús sabe que sus discípulos se enfrentarán al odio del mundo que los perseguirá y les causará todo tipo de dolores y sufrimientos. Él no pide que los libre de estas cosas, sino del mal.
5. Conságralos. Jesús es el primer consagrado de Dios Padre, así también le pide que sus discípulos sean consagrados, es decir, reservados sólo para él y así enviarlos a difundir su Palabra por el mundo.
- Gracias Jesús por tu intercesión ante el Padre, enséñanos a pedirle que nos envíe el Espíritu Santo en éste Pentecostés. Ten un feliz día.
Hechos 20,28-38. En aquellos días, decía Pablo a los presbíteros de la Iglesia de Éfeso: "Tened cuidado de vosotros y del rebaño que el Espíritu Santo os ha encargado guardar, como pastores de la Iglesia de Dios, que él adquirió con su propia sangre. Ya sé que, cuando os deje, se meterán entre vosotros lobos feroces, que no tendrán piedad del rebaño. Incluso algunos de vosotros deformarán la doctrina y arrastrarán a los discípulos. Por eso, estad alerta: acordaos que durante tres años, de día y de noche, no he cesado de aconsejar con lágrimas en los ojos a cada uno en particular. Ahora os dejo en manos de Dios y de su palabra de gracia, que tiene poder para construiros y daros parte en la herencia de los santos. A nadie le he pedido dinero, oro ni ropa. Bien sabéis que estas manos han ganado lo necesario para mí y mis compañeros. Siempre os he enseñado que es nuestro deber trabajar para socorrer a los necesitados, acordándonos de las palabras del Señor Jesús: "Hay más dicha en dar que en recibir."" Cuando terminó de hablar, se pusieron todos de rodillas, y rezó. Se echaron a llorar y, abrazando a Pablo, lo besaban; lo que más pena les daba era lo que había dicho, que no volverían a verlo. Y lo acompañaron hasta el barco.
Salmo 67. Reyes de la tierra, cantad a Dios. Oh Dios, despliega tu poder, tu poder, oh Dios, que actúa en favor nuestro. A tu templo de Jerusalén traigan los reyes su tributo. R. Reyes de la tierra, cantad a Dios, tocad para el Señor, que avanza por los cielos, los cielos antiquísimos, que lanza su voz, su voz poderosa: "Reconoced el poder de Dios." R. Sobre Israel resplandece su majestad, y su poder, sobre las nubes. ¡Dios sea bendito! R.
Fray Luis Galindo,O.P.