Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:24 pm

Otro poco cayó entre zarzas, y las zarzas, creciendo al mismo tiempo, lo ahogaron. El resto cayó en tierra buena, y, al crecer, dio fruto el ciento por uno". Dicho esto, exclamó: "El que tenga oídos para oír, que oiga". Entonces le preguntaron los discípulos: "¿Qué significa esa parábola?" El les respondió: "A vosotros se os ha concedido conocer los secretos del Reino de Dios; a los demás, sólo en parábolas, para que viendo no vean y oyendo no entiendan. El sentido de la parábola es éste: La semilla es la palabra de Dios. Los del borde del camino son los que escuchan, pero luego viene el diablo y se lleva la palabra de sus corazones, para que no crean y se salven. Los del terreno pedregoso son los que, al escucharla, reciben la palabra con alegría, pero no tienen raíz; son los que por algún tiempo creen, pero en el momento de la prueba fallan. Lo que cayó entre zarzas son los que escuchan, pero con los afanes y riquezas y placeres de la vida se van ahogando y no maduran. Lo de la tierra buena son los que con un corazón noble y generoso escuchan la palabra, la guardan y dan fruto perseverando".

Reflexión. Dios a todos nos da sus dones, la diferencia la hacemos los receptores con nuestra plena disponibilidad, o con nuestro rechazo.
1. Cuatro. La semilla, que es el Reino de Dios, es sembrada en cuatro tipos de terreno: camino, pedregoso, lleno de zarzas y fértil, que son cuatro tipo de corazones humanos. Naturalmente solo produce abundante fruto el terreno fértil. Sólo puede fructificar los corazones abiertos, libres, disponibles y empeñosos con los bienes de la gracia divina recibida.
2. Discípulos. Sólo a sus discípulos el Señor enseña la interpretación de la parábola. Ellos viven con él, están en formación para después del misterio pascual ser enviados también como maestros. Es en la compañía del Señor, es decir, en la búsqueda de espacios de silencio para la oración, la meditación de la Palabra donde nosotros podemos experimentar también que él Señor nos instruye personalmente.
- Que nuestros corazones sean el terreno fértil que produce el ciento por uno de la semilla de la gracia que recibimos del Señor día a día en su Palabra. Ten un feliz día.

Primera Lectura: 1 Timoteo 6,13-16. Querido hermano: En presencia de Dios, que da la vida al universo, y de Cristo Jesús, que dio testimonio ante Poncio Pilato con tan noble profesión: te insisto en que guardes el mandamiento sin mancha ni reproche, hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo, que en tiempo oportuno mostrará el bienaventurado y único Soberano, Rey de los reyes y Señor de los señores, el único poseedor de la inmortalidad, que habita en una luz inaccesible, a quien ningún hombre ha visto ni puede ver. A él honor e imperio eterno. Amén.

Salmo 99. Entrad en la presencia del Señor con vítores. Aclama al Señor, tierra entera, servid al Señor con alegría, entrad en su presencia con vítores. R. Sabed que el Señor es Dios: que él nos hizo y somos suyos, su pueblo y ovejas de su rebaño. R. Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con himnos, dándole gracias y bendiciendo su nombre. R. "El Señor es bueno, su misericordia es eterna, su fidelidad por todas las edades." R.

Fray Luis Galindo,O.P.

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