La Palabra del día 19 de mayo del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:08 pm
y al que tú has enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado en la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste realizar. Ahora, Padre, glorifícame tú, junto a ti, con la gloria que tenía a tu lado antes que el mundo fuese. He manifestado tu Nombre a los hombres que tú me has dado tomándolos del mundo. Tuyos eran y tú me los has dado; y han guardado tu palabra. Ahora ya saben que todo lo que me has dado viene de ti; porque las palabras que tú me diste se las he dado a ellos, y ellos las han aceptado y han reconocido verdaderamente que vengo de ti, y han creído que tú me has enviado. Por ellos ruego; no ruego por el mundo, sino por los que tú me has dado, porque son tuyos; y todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío; y yo he sido glorificado en ellos. Yo ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno como nosotros.Reflexión. Por tres días meditaremos las palabras de Jesús en oración a su Padre, en el contexto de su despedida con sus discípulos. Es su Testamento en forma de plegaria, llamada Oración Sacerdotal.
1. Alzando los ojos. Éste es un rasgo de la oración de Jesús, siempre que en éste evangelio ora, eleva los ojos al cielo, por ejemplo en la multiplicación de los panes y en la resurrección de Lázaro. La diferencia es que aquí es una oración extensa, su contenido es la universalidad de su misión y de sus discípulos entre los que estamos nosotros mismos.
2. Vida eterna. Los requisitos para alcanzar la vida eterna son estos: conocer al único Dios verdadero y a quien nos lo da a conocer: su enviado, Jesucristo. Conocer a Dios y a Jesús es el primer interés de los cristianos. Una vez que conocemos de verdad al Señor, no podríamos dejar de amarlo y seguirlo. No se puede conocerle sin caer presa de su amor.
3. Cuida en tu nombre. Jesús terminó su misión de revelar el rostro y el corazón de Dios Padre a través de sus enseñanzas y sus signos. Los discípulos, aunque imperfectamente, ya tienen un conocimiento del Padre y de cuál es la relación con Jesús. Ahora, indicando que son un don de su Padre para él, le pide que los cuide y que los haga comunión.
- Gracias Jesús por enseñarnos en qué consiste la vida eterna, por revelarnos el rostro del Padre, por ser nuestro mediador ante Él, por aceptarnos como un don y por pedir que seamos cuidados por Él. Ten un feliz día.
Hechos 20,28-38. En aquellos días, decía Pablo a los presbíteros de la Iglesia de Éfeso: "Tened cuidado de vosotros y del rebaño que el Espíritu Santo os ha encargado guardar, como pastores de la Iglesia de Dios, que él adquirió con su propia sangre. Ya sé que, cuando os deje, se meterán entre vosotros lobos feroces, que no tendrán piedad del rebaño. Incluso algunos de vosotros deformarán la doctrina y arrastrarán a los discípulos. Por eso, estad alerta: acordaos que durante tres años, de día y de noche, no he cesado de aconsejar con lágrimas en los ojos a cada uno en particular. Ahora os dejo en manos de Dios y de su palabra de gracia, que tiene poder para construiros y daros parte en la herencia de los santos. A nadie le he pedido dinero, oro ni ropa. Bien sabéis que estas manos han ganado lo necesario para mí y mis compañeros. Siempre os he enseñado que es nuestro deber trabajar para socorrer a los necesitados, acordándonos de las palabras del Señor Jesús: "Hay más dicha en dar que en recibir."" Cuando terminó de hablar, se pusieron todos de rodillas, y rezó. Se echaron a llorar y, abrazando a Pablo, lo besaban; lo que más pena les daba era lo que había dicho, que no volverían a verlo. Y lo acompañaron hasta el barco.
Sal 67. Reyes de la tierra, cantad a Dios. Oh Dios, despliega tu poder, tu poder, oh Dios, que actúa en favor nuestro. A tu templo de Jerusalén traigan los reyes su tributo. R. Reyes de la tierra, cantad a Dios, tocad para el Señor, que avanza por los cielos, los cielos antiquísimos, que lanza su voz, su voz poderosa: "Reconoced el poder de Dios." R. Sobre Israel resplandece su majestad, y su poder, sobre las nubes. ¡Dios sea bendito! R.
Fray Luis Galindo,O.P.