La Palabra del día 17 de enero del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:27:51 pm
un grupo de recaudadores y otra gente de mala fama se sentaron con Jesús y sus discípulos. Algunos letrados fariseos, al ver que comía con recaudadores y otra gente de mala fama, les dijeron a los discípulos: ¡De modo que come con recaudadores y pecadores! Jesús lo oyó y les dijo: No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar justos, sino pecadores.REFLEXIÓN.
Una de tantísimas razones por las que el mensaje de Jesús es Buena Noticia, es porque Él llama en primer lugar a pecadores, y estos somos todos.
1. Leví. Jesús al constituir su grupo íntimo de seguidores, no se fija en los más santos y en los mejores a los ojos del mundo. Él llama sin distinciones, entre los suyos hay todo tipo de gente. Leví era un publicano, o cobrador de impuestos. Éste tipo de oficios era de muy mala fama se les veía como traidores de su pueblo, idólatras y ladrones. Jesús llamó la atención al llamar a Leví, en especial a los considerados puros en ese entonces.
2. Enfermos. El Señor al ser acusado de mezclarse con la “gente más vil y despreciable”, como los recaudadores y los pecadores, dice algo que nos es de gran consuelo y esperanza para todos: No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar justos, sino pecadores. La misión de Jesucristo es la redención, el perdón de los pecados, la liberación y de esto todos los seres humanos estamos muy necesitamos.
- Actitudes prácticas: nunca prejuzguemos a los demás como malos; elogiemos a los que son buenos y acogedores; por ninguna causa excluyamos a nadie; cultivemos la actitud humilde de sabernos necesitados de sanación, perdón y misericordia. Ten un feliz día.
HEBREOS 4,12-16. Hermanos: La palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, penetrante hasta el punto donde se dividen alma y espíritu, coyunturas y tuétanos. Juzga los deseos e intenciones del corazón. No hay criatura que escape a su mirada. Todo está patente y descubierto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas. Mantengamos la confesión de la fe, ya que tenemos un sumo sacerdote grande, que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo de Dios. No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado. Por eso, acerquémonos con seguridad al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente.
SALMO 18. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma; el precepto del Señor es fiel e instruye al ignorante. R. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma del Señor es límpida y da luz a los ojos. R. La voluntad del Señor es pura y eternamente estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. R. Que te agraden las palabras de mi boca, y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón, Señor, roca mía, redentor mío. R.
Fray Luis Galindo,O.P.