La Palabra del día 14 de noviembre del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:34 pm
En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle: "Hazme justicia frente a mi adversario." Por algún tiempo se negó, pero después se dijo: "Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara."" Y el Señor añadió: "Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?"Reflexión. Jesús nos invita a orar y a confiar en él. Hoy nos ofrece dos motivos concretos:
1. Él es un Padre justo y misericordioso. Jesús cuenta la parábola de un juez injusto y una pobre viuda que insiste pidiéndole justicia. El juez, que no teme a Dios, ni le importan las personas al final accede a los ruegos de la mujer. Si Jesús no habría hecho esta comparación, nosotros no la habríamos hecho jamás, Dios es pura misericordia, no podría ser comparado con un juez malo. Pero, el Señor usa el ejemplo para decirnos que si un injusto juez hace justicia, cuánto más justicia hace Dios a sus hijos que le oran siempre.
2. La certeza de ser escuchados. Las viudas en la Biblia, son símbolos de las personas más desprotegidas y frágiles de la sociedad. Ellas no tenían a nadie, han quedado en completo abandono y soledad. Por ello Dios en su Palabra recomienda siempre tenerlas en especial consideración. La viuda del texto es un ejemplo de perseverancia, que le lleva a obtener lo que necesita de una persona injusta. Esta debe ser nuestra actitud. Además, Dios es nuestro Padre, y tenemos la certeza que nos escucha, él no dejará sin respuesta nuestra oración.
- Cultivemos la fe y la confianza en Dios nuestro Padre y en Jesús nuestro Señor. Experimentaremos su acción salvadora en nuestras vidas. Ten un feliz día.
Sabiduría 18,14-16;19,6-9. Un silencio sereno lo envolvía todo, y, al mediar la noche su carrera, tu palabra todopoderosa se abalanzó, como paladín inexorable, desde el trono real de los cielos al país condenado; llevaba la espada afilada tu orden terminante; se detuvo y lo llenó todo de muerte; pisaba la tierra y tocaba el cielo. Porque la creación entera, cumpliendo tus órdenes, cambió radicalmente de naturaleza, para guardar incólumes a tus hijos. Se vio la nube dando sombra al campamento, la tierra firme emergiendo donde había antes agua, el mar Rojo convertido en camino practicable y el violento oleaje hecho una vega verde; por allí pasaron, en formación compacta, los que iban protegidos por tu mano, presenciando prodigios asombrosos. Retozaban como potros y triscaban como corderos, alabándote a ti, Señor, su libertador.
Salmo 104. Recordad las maravillas que hizo el Señor. Cantadle al son de instrumentos, hablad de sus maravillas; gloriaos de su nombre santo, que se alegren los que buscan al Señor. R. Hirió de muerte a los primogénitos del país, primicias de su virilidad. Sacó a su pueblo cargado de oro y plata, y entre sus tribus nadie tropezaba. R. Porque se acordaba de la palabra sagrada que había dado a su siervo Abrahán, sacó a su pueblo con alegría, a sus escogidos con gritos de triunfo. R.
Fray Luis Galindo,O.P.