La Palabra del día 14 de abril del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:03 pm
Se han de celebrar con alegría y júbilo, como si se tratara de un solo y único día festivo, como un gran domingo.EVANGELIO DEL MARTES 14: JUAN 3,5A.7B-15.
En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: "Tenéis que nacer de nuevo; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu." Nicodemo le preguntó: "¿Cómo puede suceder eso?" Le contestó Jesús: "Y tú, el maestro de Israel, ¿no lo entiendes? Te lo aseguro, de lo que sabemos hablamos; de lo que hemos visto damos testimonio, y no aceptáis nuestro testimonio. Si no creéis cuando os hablo de la tierra, ¿cómo creeréis cuando os hable del cielo? Porque nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna."
REFLEXIÓN.
Jesús continúa su catequesis a Nicodemo, en la que le va revelando muchas verdades de sí mismo y de su obra de salvación.
1. Espíritu. El artífice del nuevo nacimiento es el Espíritu Santo. Así lo comprobamos en la vida de los discípulos. Éstos después del Soplo de Jesús o después del evento de Pentecostés recibieron la nueva vida. A partir de ese momento fueron hombres nuevos, llenos del poder del Espíritu Santo.
2. Testimonio. Con la inspiración del Espíritu Santo los Apóstoles pudieron dar testimonio de lo que vieron y lo que conocieron de Jesús durante su vida pública y especialmente de los eventos más importantes de su misión. Jesús también dio a conocer lo que sabía de Dios y de su voluntad para el ser humano.
3. Vida eterna. Jesús anuncia a Nicodemo uno sus momentos claves: su crucifixión y muerte. Le revela que ese será un paso necesario de su misión. El beneficio que obtendrá para los que crean en él será: vida eterna. Los que en el desierto miraron a la serpiente de bronce sólo se libraron de la muerte.
- Que Jesús siga quitando las tinieblas de nuestra vida para que su luz resplandezca cada día más. Ten un feliz día.
PRIMERA LECTURA: HECHOS 4,32-37.
En el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo: lo poseían todo en común y nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía. Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor. Y Dios los miraba a todos con mucho agrado. Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían tierras o casas las vendían, traían el dinero y lo ponían a disposición de los apóstoles; luego se distribuía según lo que necesitaba cada uno. José, a quien los apóstoles apellidaron Bernabé, que significa Consolado, que era levita y natural de Chipre, tenía un campo y lo vendió; llevó el dinero y lo puso a disposición de los apóstoles.
SALMO: 92.
El Señor reina, vestido de majestad. El Señor reina, vestido de majestad, el Señor, vestido y ceñido de poder. R. Así está firme el orbe y no vacila. Tu trono está firme desde siempre, y tú eres eterno. R. Tus mandatos son fieles y seguros; la santidad es el adorno de tu casa, Señor, por días sin término. R.
Fray Luis Galindo,O.P.