La Palabra del día 13 de marzo del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:27:58 pm
El segundo es éste: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” No hay mandamiento mayor que éstos.” El escriba replicó: “Muy bien, Maestro, tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.” Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: “No estás lejos del reino de Dios.” Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.REFLEXIÓN.
Entre tantas prácticas religiosas es importante para los creyentes saber qué es lo esencial de la fe.
1. Pregunta. Representantes de todos los grupos religiosos se acercaban a Jesús para ponerle trampas, de todas salió triunfante. Hoy se acerca un entendido en la Escritura, con buena intención, quiere saber cuál es el mandamiento más importante. Para nosotros, no es novedad, pero en este tiempo sí, porque eran 613, y habían diversas opiniones sobre el más importante.
2. Respuesta. Jesús responde a partir de dos libros del Antiguo Testamento: Deuteronomio 6,4-5, que habla del amor a Dios, que todos los días repetían tres veces los judíos piadosos, y Levítico 19,18 que habla del amor al prójimo. A partir de aquí Jesús sintetiza los mandamientos en Uno solo, en dos dimensiones: vertical, amor a Dios y horizontal, amor al prójimo.
3. Amor. El centro de la fe judía y de la fe cristiana es el amor. Pero para el cristiano el amor adquiere nuevas dimensiones: 1ª Dios a quien se ama es Padre; 2º Prójimo no sólo es el miembro de una raza, sino todo ser humano; 3º El receptor del amor no sólo es el amigo o el ser querido, sino incluso, el que no me ama, o busca mi mal; 4º La medida no es “como a ti mismo”, sino “ámense unos a otros como yo los he amado”.
- La esencia y el corazón de nuestra fe es el amor, vivámoslo cada día. Ten una bella jornada.
OSEAS 14,2-10.
Así dice el Señor: "Israel, conviértete al Señor Dios tuyo, porque tropezaste por tu pecado. Preparad vuestro discurso, volved al Señor y decidle: "Perdona del todo la iniquidad, recibe benévolo el sacrificio de nuestros labios. No nos salvará Asiria, no montaremos a caballo, no volveremos a llamar Dios a la obra de nuestras manos. En ti encuentra piedad el huérfano." Yo curaré sus extravíos, los amaré sin que lo merezcan, mi cólera se apartará de ellos. Seré para Israel como rocío, florecerá como azucena, arraigará como el Líbano. Brotarán sus vástagos, será su esplendor como un olivo, su aroma como el Líbano. Vuelven a descansar a su sombra; harán brotar el trigo, florecerán como la viña; será su fama como la del vino del Líbano. Efraín, ¿qué te importan los ídolos? Yo le respondo y le miro: yo soy como un ciprés frondoso: de mí proceden tus frutos. ¿Quién es el sabio que lo comprenda, el prudente que lo entienda? Rectos son los caminos del Señor: los justos andan por ellos, los pecadores tropiezan en ellos."
SALMO 80.
Yo soy el Señor, Dios tuyo: escucha mi voz. Oigo un lenguaje desconocido: "Retiré sus hombros de la carga, y sus manos dejaron la espuerta. Clamaste en la aflicción, y te libré. R. Te respondí oculto entre los truenos, te puse a prueba junto a la fuente de Meribá. Escucha, pueblo mío, doy testimonio contra ti; ¡ojalá me escuchases, Israel! R. No tendrás un dios extraño, no adorarás un dios extranjero; yo soy el Señor, Dios tuyo, que te saqué del país de Egipto. R. ¡Ojalá me escuchase mi pueblo y caminase Israel por mi camino!: te alimentaría con flor de harina, te saciaría con miel silvestre." R.
Fray Luis Galindo,O.P.