La Palabra del día 12 de marzo del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:27:58 pm
Él, leyendo sus pensamientos, les dijo: "Todo reino en guerra civil va a la ruina y se derrumba casa tras casa. Si también Satanás está en guerra civil, ¿cómo mantendrá su reino? Vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú; y, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros. Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros. Pero, si otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín. El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama."REFLEXIÓN.
Jesús en sus acciones y en toda su vida pública fue conducido por el Espíritu Santo.
1. Expulsa demonios. La expulsión de demonios es una de las acciones más importantes del Señor y lo hace con el “dedo” de Dios, el Espíritu Santo. El “dedo de Dios” actuaba a través de Moisés en las plagas del Éxodo. Sólo que aquí los paganos creyeron en la acción de Dios, sin embargo, en Jesús, lo atribuyen al demonio. Este es el pecado contra el Espíritu Santo, atribuir al demonio las obras de Dios.
2. Mantenerse en gracia. Jesús nos ha librado del poder del mal. Pero nuestra responsabilidad es mantener viva la gracia que recibimos en los sacramentos, en su Palabra, en la oración. De lo contrario el mal se hace más fuerte en nosotros y nos empecinamos en el pecado. Aquí es cuando Dios no puede ayudarnos, no porque no tenga el poder de hacerlo, sino porque nosotros nos cerramos a su ayuda.
- Si mantenemos viva la gracia de Dios, ningún mal podrá dañarnos. Ten un feliz día.
JEREMÍAS 7,23-28.
Así dice el Señor: "Ésta fue la orden que di a vuestros padres: "Escuchad mi voz. Yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo; caminad por el camino que os mando, para que os vaya bien." Pero no escucharon ni prestaron oído, caminaban según sus ideas, según la maldad de su corazón obstinado, me daban la espalda y no la frente. Desde que salieron vuestros padres de Egipto hasta hoy les envié a mis siervos, los profetas, un día y otro día; pero no me escucharon ni prestaron oído: endurecieron la cerviz, fueron peores que sus padres. Ya puedes repetirles este discurso, que no te escucharán; ya puedes gritarles, que no te responderán. Les dirás: "Aquí está la gente que no escuchó la voz del Señor, su Dios, y no quiso escarmentar. La sinceridad se ha perdido, se la han arrancado de la boca.""
SALMO 94.
Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: “No endurezcáis vuestro corazón.” Venid, aclamemos al Señor, demos vítores a la Roca que nos salva; entremos a su presencia dándole gracias, aclamándolo con cantos. R. Entrad, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador nuestro. Porque él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía. R. Ojalá escuchéis hoy su voz: "No endurezcáis el corazón como en Meribá, como el día de Masá en el desierto; cuando vuestros padres me pusieron a prueba y me tentaron, aunque habían visto mis obras." R.
Fray Luis Galindo,O.P.