La Palabra del día 10 de junio del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:11 pm
“No creáis que he venido a abolir la Ley o los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el Reino de los cielos.”Reflexión. Jesucristo es para los cristianos la Ley viviente que tenemos que seguir.
1. “Ley y profetas”. Esta era una expresión, que en tiempo de Jesús, significaba todo lo que hoy para nosotros es el Antiguo Testamento. Jesús con su vida y su enseñanza no lo suprimió, al contrario, las enseñanzas allí contenidas fueron llevadas a su plenitud. Jesús es la clave para entender todo el AT, que se escribió para preparar su Encarnación.
2. “Se cumplirá todo”. La Escritura no es un manual de pronósticos futuros, ni contiene códigos secretos que sólo algunos podrían descifrar. Es palabra humana, a la vez que es Palabra Divina. Todo su contenido es camino para la salvación. Por eso la Iglesia siempre se preocupó por tener el texto mismo que salió de mano de los escritores sagrados.
3. Cumplir y enseñar. Si la Palabra de Dios está dada a los creyentes, como “una carta de amor”, es con la finalidad de que la vivan, la hagan realidad en su obrar, pensar y hablar; la Palabra tiene que configurar la vida del creyente. Pero además, cada creyente tiene la responsabilidad de enseñarla, darla a otros, Dios la comparte para que sea compartida.
- La Palabra de Dios, es Cristo, Palabra encarnada, que diariamente nos ha de ayudar en nuestro crecimiento humano integral. Ten un feliz día.
2 Corintios 3,4-11. Hermanos: Esta confianza con Dios la tenemos por Cristo. No es que por nosotros mismos estemos capacitados para apuntarnos algo, como realización nuestra; nuestra capacidad nos viene de Dios, que nos ha capacitado para ser ministros de una alianza nueva: no de código escrito, sino de espíritu; porque la ley escrita mata, el Espíritu da la vida. Aquel ministerio de muerte -letras grabadas en piedra- se inauguró con gloria; tanto que los israelitas no podían fijar la vista en el rostro de Moisés, por el resplandor de su rostro, caduco y todo como era. Pues con cuánta mayor razón el ministerio del Espíritu resplandecerá de gloria. Si el ministerio de la condena se hizo con resplandor, cuánto más resplandecerá el ministerio del perdón. El resplandor aquel ya no es resplandor, eclipsado por esta gloria incomparable. Si lo caduco tuvo su resplandor, figuraos cuál será el de lo permanente.
Salmo 98. Santo eres, Señor, Dios nuestro. Ensalzad al Señor, Dios nuestro, postraos ante el estrado de sus pies: Él es santo. R. Moisés y Aarón con sus sacerdotes, Samuel con los que invocan su nombre, invocaban al Señor, y él respondía. R. Dios les hablaba desde la columna de nube; oyeron sus mandatos y la ley que les dio. R. Señor, Dios nuestro, tú les respondías, tú eras para ellos un Dios de perdón, y un Dios vengador de sus maldades. R. Ensalzad al Señor, Dios nuestro; postraos ante su monte santo: Santo es el Señor, nuestro Dios. R.
Fray Luis Galindo,O.P.