La Palabra del día 09 de abril del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:03 pm
Las lecturas del evangelio son relatos de apariciones de Jesús Resucitado, experiencia que los apóstoles tuvieron de él y que nos transmitieron. Como primera lectura leeremos de modo continuo los Hechos de los Apóstoles.EVANGELIO DEL JUEVES DE LA OCTAVA DE PASCUA: LUCAS 24,35-48.
Contaban los discípulos lo que les había pasado por el camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan. Estaban hablando de estas cosas, cuando se presenta Jesús en medio de ellos y les dice: Paz a vosotros. Llenos de miedo por la sorpresa, creían ver un fantasma. Él les dijo: ¿Por qué os alarmáis? ¿por qué surgen dudas en vuestro interior? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un fantasma no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo. Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Y como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo: ¿Tenéis ahí algo de comer? Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos. Y les dijo: Esto es lo que os decía mientras estaba con vosotros: que todo lo escrito en la ley de Moisés y en los profetas y salmos acerca de mí tenía que cumplirse. Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras. Y añadió: Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto.
REFLEXIÓN.
Jesús quiere que los que en él creen sean miembros de la comunidad que él instituyó y donde se hace presente.
1. Comunidad. A la luz de Lc 24, Jesús resucitado está presente de modo especial en su Palabra, en la Eucaristía y en la comunidad de discípulos, la Iglesia. Esta es una comunidad instituida por él al elegir a los Apóstoles y al crear el grupo de Doce. Después del “escándalo de la muerte en cruz”, todos se dispersaron, fue él quien los congregó de nuevo y los hizo testigos de su resurrección, enviándolos a predicar a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén.
2. Presencia. Los discípulos de Emaús, se fueron de la comunidad. Pero el Señor les alcanza por el camino, les manifiesta su presencia en los signos que él dejó y los hizo volver a la comunidad. Una vez en ella, reciben el testimonio del Resucitado, y a la vez testifican lo que habían visto y cómo lo reconocieron. Los discípulos están convencidos de la Resurrección, pero Jesús refuerza su fe al presentarse en persona, mostrándoles las señales de su pasión y muerte.
3. Iglesia. Por ello, la Iglesia es el lugar de la presencia de Cristo, él la formó con sus discípulos, le encomendó difundir su Buena Nueva, la hizo depositaria de su Palabra y le mandó celebrar sus misterios. Por esto, no debemos separarnos de la comunidad que nos trae desde aquí la salvación de Dios. Al Señor lo podemos encontrar en todas partes, pero Él quiso un ámbito específico donde derramar su amor, su misericordia y dar todos los medios para alcanzar la vida eterna.
- Agradezcamos al Señor por su Iglesia, por ser miembros de Ella. Pidámosle que nos ayude a amarla y cuidarla siendo sus piedras vivas. ¡Feliz Pascua!
PRIMERA LECTURA: HECHOS 3,11-26.
Mientras el paralítico curado seguía aún con Pedro y Juan, la gente, asombrada, acudió corriendo al pórtico de Salomón, donde ellos estaban. Pedro, al ver a la gente, les dirigió la palabra: «Israelitas, ¿por qué os extrañáis de esto? ¿Por qué nos miráis como si hubiéramos hecho andar a éste con nuestro propio poder o virtud? El Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, al que vosotros entregasteis y rechazasteis ante Pilato, cuando había decidido soltarlo. Rechazasteis al santo, al justo, y pedisteis el indulto de un asesino; matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos. Como éste que veis aquí y que conocéis ha creído en su nombre, su nombre le ha dado vigor; su fe le ha restituido completamente la salud, a vista de todos vosotros. Sin embargo, hermanos, sé que lo hicisteis por ignorancia, y vuestras autoridades lo mismo; pero Dios cumplió de esta manera lo que había predicho por los profetas, que su Mesías tenía que padecer. Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que se borren vuestros pecados; a ver si el Señor manda tiempos de consuelo, y envía a Jesús, el Mesías que os estaba destinado. Aunque tiene que quedarse en el cielo hasta la restauración universal que Dios anunció por boca de los santos profetas antiguos. Moisés dijo: El Señor Dios sacará de entre vosotros un Profeta como yo: escucharéis todo lo que os diga; y quien no escuche al profeta será excluido del pueblo. Y, desde Samuel, todos los profetas anunciaron también estos días. Vosotros sois los hijos de los profetas, los hijos de la alianza que hizo Dios con vuestros padres, cuando le dijo a Abrahán: Tu descendencia será la bendición de todas las razas de la tierra. Dios resucitó a su siervo y os lo envía en primer lugar a vosotros, para que os traiga la bendición, si os apartáis de vuestros pecados.»
SALMO 8.
Señor, dueño nuestro ¡que admirable es tu nombre en toda la tierra! Señor, dueño nuestro, ¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él, el ser humano, para darle poder? R. Lo hiciste poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad, le diste el mando sobre las obras de tus manos, todo lo sometiste bajo sus pies. R. Rebaños de ovejas y toros, y hasta las bestias del campo, las aves del cielo, los peces del mar, que trazan sendas por el mar. R.
Fray Luis Galindo,O.P.