La Palabra del día 06 de enero del 2016
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:43 pm
que subieran a la barca y se le adelantaran hacia la orilla de Betsaida, mientras él despedía a la gente. Y después de despedirse de ellos, se retiró al monte a orar. Llegada la noche, la barca estaba en mitad del lago, y Jesús, solo, en tierra. Viendo el trabajo con que remaban, porque tenían viento contrario, a eso de la madrugada, va hacia ellos andando sobre el lago, e hizo ademán de pasar de largo. Ellos, viéndolo andar sobre el lago, pensaron que era un fantasma y dieron un grito, porque al verlo se habían sobresaltado. Pero él les dirige en seguida la palabra y les dice: Ánimo, soy yo, no tengáis miedo. Entró en la barca con ellos, y amainó el viento. Ellos estaban en el colmo del estupor, pues no habían comprendido lo de los panes, porque eran torpes para entender.Reflexión. Jesús nacido en Belén es el Señor de la creación, Hijo Unigénito del Padre con quien vive en eterna comunión.
1. Niño. En la octava de Navidad meditamos el “Evangelio de la infancia de Jesús”, es decir, los relatos sobre Jesús niño. En esta segunda semana los textos responden a la pregunta ¿quién es ese Niño? El lunes se decía que Jesús es el Mesías, ayer que es el Pastor, el Maestro, el Pan de vida, y hoy que es Dios eterno, Señor de la creación.
2. Hijo. El evangelio de hoy enseña que Jesús es el Hijo del Padre, uno con Él y el Espíritu Santo. También como hijo del hombre, vive en comunión con el Padre en la oración. Los evangelios presentan a Jesús siempre en oración. Esto nos enseña que los hijos de Dios, hemos de estar siempre en comunión con el Padre en la oración personal y comunitaria.
3. Señor. San Marcos nos enseña también que Jesús es Señor de la creación, al actuar sobre las fuerzas naturales, usando el nombre de Dios para hablar de sí mismo y para animar a los discípulos a no tener miedo. “Ánimo, soy yo, no tengan miedo” es propio de Dios que con frecuencia usa en el AT para fortalecer y animar a sus elegidos.
- Jesús Hijo del Padre y Señor de la Creación nos ha hecho sus hermanos e hijos de Dios. Ninguna tempestad en la vida nos ha de desanimar, él camina a nuestro lado y en nuestra barca. Usemos el arma poderosa de la oración que él mismo ha enseñado. Ten un feliz día.
1 Juan 4,11-18. Queridos hermanos, si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros. A Dios nadie lo ha visto nunca. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud. En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu. Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió a su Hijo para ser Salvador del mundo. Quien confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios. Y nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él. Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios, y Dios en él. En esto ha llegado el amor a su plenitud con nosotros: en que tengamos confianza en el día del juicio, pues como él es, así somos nosotros en este mundo. No hay temor en el amor, sino que el amor perfecto expulsa el temor, porque el temor mira el castigo; quien teme no ha llegado a la plenitud en el amor.
Salmo 71. Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra. Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. R. Que los reyes de Tarsis y de las islas le paguen tributo. Que los reyes de Saba y de Arabia le ofrezcan sus dones; que se postren ante él todos los reyes, y que todos los pueblos le sirvan. R. Él librará al pobre que clamaba, al afligido que no tenía protector; él se apiadará del pobre y del indigente, y salvará la vida de los pobres. R.
Fray Luis Galindo,O.P.