La Palabra del día 05 de setiembre del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:22 pm
Entró en la casa de Dios, tomó los panes presentados, que sólo pueden comer los sacerdotes, comió él y les dio a sus compañeros. Y añadió: El Hijo del hombre es señor del sábado.Reflexión. El segundo conflicto de Jesús, en san Lucas, es con los fariseos sobre la observancia sabática.
1. Sábado. La ley de guardar el sábado está bien recalcada en el Pentateuco. El ser humano debe imitar a Dios que descansó después de la creación. Ese día debía estar dedicado al descanso, a la escucha de la Palabra y a la oración. Era también una ley humanitaria que promovía la dignidad de la persona, librándola de la esclavitud del trabajo.
2. Cuestión. Los fariseos juzgan una pequeña acción de los discípulos. Aquellos habían llevado la ley a un casuismo extremo, que simples acciones significaban trabajo y ruptura de la Ley divina. Así, quedaban esclavizados a la ley y al servicio de ella, en lugar que les sea un medio de libertad para su relación con Dios y hacer su voluntad.
3. Señor del sábado. Jesús fue respetuoso de la Ley, pero a la vez, es Señor de la Ley. Por medio de él creo Dios todas las cosas. Después de morir por nuestra salvación resucitó el día primero de la creación. La redención es nueva creación. Por ello sus discípulos santifican el primer día de la semana, día de la resurrección, día de la nueva creación.
- En nuestra fe, no observemos leyes porque están mandadas, sino porque nos ayudan a ser libres para agradar a Dios y servir a los demás. No dejemos de celebrar el domingo a nuestro Señor resucitado y renazcamos siempre a una nueva vida. Ten un feliz día.
Colosenses 1,21-23. Hermanos: Antes estabais también vosotros alejados de Dios y erais enemigos suyos por la mentalidad que engendraban vuestras malas acciones; ahora, en cambio, gracias a la muerte que Cristo sufrió en su cuerpo de carne, Dios os ha reconciliado para haceros santos, sin mancha y sin reproche en su presencia. La condición es que permanezcáis cimentados y estables en la fe, e inamovibles en la esperanza del Evangelio que escuchasteis. En el mismo que se proclama en la creación entera bajo el cielo, y yo, Pablo, fui nombrado su ministro.
Salmo 53. Dios es mi auxilio. Oh Dios, sálvame por tu nombre, sal por mí con tu poder. Oh Dios, escucha mi súplica, atiende a mis palabras. R. Pero Dios es mi auxilio, el Señor sostiene mi vida. Te ofreceré un sacrificio voluntario, dando gracias a tu nombre, que es bueno. R.
Fray Luis Galindo,O.P.