Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:22 pm

Y añadió esta parábola: "Nadie recorta una pieza de un manto nuevo para ponérsela a un manto viejo; porque se estropea el nuevo, y la pieza no le pega al viejo. Nadie echa vino nuevo en odres viejos; porque el vino nuevo revienta los odres, se derrama, y los odres se estropean. A vino nuevo, odres nuevos. Nadie que cate vino añejo quiere del nuevo, pues dirá: "Está bueno el añejo.""

Reflexión. La presencia de Jesús en nuestra vida implica alegría, gozo espiritual, mentalidad nueva, corazón y vida nueva.
1. Primer conflicto. Después del texto programático de Lucas 4, donde Jesús al final de su primera predicación es rechazado por sus paisanos, hasta el momento todo había ido bien. Había enseñado, realizado muchos milagros y había elegido a sus primeros discípulos. Hoy encontramos su primer conflicto con las autoridades, y es sobre una práctica religiosa.
2. El ayuno. Es una práctica ascética común en toda religión. Los judíos de tiempos de Jesús ayunaban, en especial los fariseos, esenios y bautistas, movimiento al que pertenecía Juan. Sus fines eran: dedicarse a la oración, un medio de purificación del pecado y acelerar la venida del Mesías. Jesús ayunó 40 días y noches en preparación para su misión.
3, Alegría. Cuando a Jesús se le cuestiona, por qué él y sus discípulos no ayunan, él dice de sí ser “el novio”. Efectivamente, él es el novio, que celebrará una nueva y definitiva alianza con su pueblo. Esta alianza traerá felicidad, alegría y vida abundante. Por lo tanto, no hay necesidad de ayunar porque él está presente para consumar esa nueva alianza.
4. Vida nueva. Además, Jesús ha traído al mundo una Buena Nueva de salvación, de misericordia y de perdón; una enseñanza superior, una nueva propuesta de vida y de actitud ante Dios y ante el prójimo. Esta realidad traída por el Señor, necesita ser acogida en una vida, una mente, un corazón, un alma nueva, limpia y renovada.
- Vivamos en la alegría de tener la presencia de Jesús en nuestra vida, y recibamos su vino nuevo, en los odres nuevos de nuestros corazones. Ten un feliz día.

Colosenses 1,15-20. Cristo Jesús es imagen de Dios invisible, primogénito de toda criatura; porque por medio de él fueron creadas todas las cosas: celestes y terrestres, visibles e invisibles, Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades; todo fue creado por él y para él. Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él. Él es también la cabeza del cuerpo: de la Iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, y así es el primero en todo. Porque en él quiso Dios que residiera toda la plenitud. Y por él quiso reconciliar consigo todos los seres: los del cielo y los de la tierra, haciendo la paz por la sangre de su cruz.

Salmo 99. Entrad en la presencia del Señor con vítores. Aclama al Señor, tierra entera, servid al Señor con alegría, entrad en su presencia con vítores. R. Sabed que el Señor es Dios: que él nos hizo y somos suyos, su pueblo y ovejas de su rebaño. R. Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con himnos, dándole gracias y bendiciendo su nombre. R. "El Señor es bueno, su misericordia es eterna, su fidelidad por todas las edades." R.

Fray Luis Galindo,O.P.

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