La Palabra del día 03 de julio del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:13 pm
estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: "Paz a vosotros." Luego dijo a Tomás: "Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente." Contestó Tomás: "¡Señor mío y Dios mío!" Jesús le dijo: "¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto."Reflexión. Santo Tomás Apóstol es modelo del paso de la incredulidad a la plena confesión de fe en Jesús Dios y Señor.
1. Ausente. Tomás fue el gran ausente en la noche del primer día de la semana, cuando el Resucitado se presentó a los discípulos. Esto le privó de la experiencia de verle resucitado y de grandes revelaciones del Señor. No obstante, cuando le anuncian que han visto al Señor, él se empecina en no creer, exige verle con las señales de su pasión.
2. Aparición. Al siguiente domingo, Jesús de nuevo se presenta en medio de la comunidad reunida. Impresiona su bondad, ofrece de nuevo su paz, no juzga al incrédulo, sino, condesciende a su pedido. Jesús demuestra que él no está lejos, está entre ellos de modo espiritual y es el mismo crucificado, porque lleva consigo el precio de su redención.
3. Confesión. El incrédulo Tomás hace una insólita confesión de fe, dice a Jesús: “Señor mío y Dios mío”. Le reconoce como su Señor y su Dios, no existe tal confesión en el evangelio. Juan escribe su evangelio a fines del s. I, este texto manifiesta las dificultades de fe de los primeros cristianos y, al mismo tiempo, cómo se iba se acrecentando.
- Igual que los discípulos que no vieron al Señor y creyeron en él, creemos y confesamos a Jesús como nuestro Señor y Dios. Si de verdad es así, nos toca la bienaventuranza del Señor: “Dichosos los que crean sin haber visto.” Ten un feliz día.
Efesios 2,19-22. Hermanos: Ya no sois extranjeros ni forasteros, sino que sois ciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios. Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular. Por él todo el edificio queda ensamblado, y se va levantando hasta formar un templo consagrado al Señor. Por él también vosotros os vais integrando en la construcción, para ser morada de Dios, por el Espíritu.
Salmo 116. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio. Alabad al Señor, todas las naciones, aclamadlo todos los pueblos. R. Firme es su misericordia con nosotros, su fidelidad dura por siempre. R.
Fray Luis Galindo,O.P.