La Palabra del día 03 de enero del 2016
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:41 pm
partícipes de la Promesa en Cristo”. En la liturgia romana, la Epifanía tiene tres momentos: adoración de los Magos, Bautismo en el Jordán y Bodas de Caná.Evangelio del domingo de la Epifanía del Señor: Mateo 2,1-12. Jesús nació en Belén de Judá en tiempos del rey Herodes. Entonces, unos Magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo. Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó, y todo Jerusalén con él; convocó a los sumos pontífices y a los letrados del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: En Belén de Judá, porque así lo ha escrito el profeta: “Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última de las ciudades de Judá; pues de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel”. Entonces Herodes llamó en secreto a los Magos, para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles: Id y averiguad cuidadosamente qué hay del niño, y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo. Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Y habiendo recibido en sueños un oráculo para que no volvieran a Herodes, se marcharon a su tierra por otro camino.
Reflexión. La Palabra de hoy descubre nuestras indiferencias, trampas y miedos al Señor. Su objetivo es llevarnos a doblar las rodillas ante el Hijo de Dios y cambiar los caminos de muerte, en los que a veces andamos, por caminos de vida.
1. Indiferencia. En la actitud de los pontífices y escribas del pueblo que fueron consultados por el nacimiento del Mesías, descubrimos nuestra indiferencia a Dios. Ellos respondieron con exactitud e interpretaron correctamente la Escritura, pero no fueron a Belén. Muchos cristianos hoy, no obstante han recibido formación en la fe, son indiferentes a Dios.
2. Trampas. En la actitud malévola del rey Herodes que lleva aparte a los magos para averiguar sobre el Niño, identificamos nuestras trampas. Falsamente les pide que indaguen y vuelvan a avisarle, para que vaya también a adorarle, pero, a la vez, armó un criminal plan. Muchas veces actuamos sólo movidos por nuestros propios intereses y egoísmos.
3. Miedos. En Herodes que teme a un recién nacido, están nuestros miedos. Aquel rey es un símbolo de los poderes del mundo que tienen miedo de Dios, le ven como un enemigo, un competidor, “contrario a la libertad y al progreso del hombre”. Hoy día miles de niños apenas engendrados hacen temer a muchos gobiernos que legislan la “licitud aborto”.
4. Adorar. El fin de la Palabra es llevarnos a adorar a Dios. Los magos son guiados por una estrella, cuando se oscureció buscaron ayuda, después se les descubre de nuevo para llevarlos al lugar. Nuestra fe es esa estrella que nos lleva a Cristo; en ciertas circunstancias se oscurece, pero su objetivo es llevarnos a adorarle y ofrecerle el tesoro de nuestra vida.
5. Nuevo camino. Los magos no volvieron por el mismo camino, porque se hizo de muerte. Ya no los guía la estrella, al encontrar a Jesús él mismo es su guía. Nosotros también venimos de lejos, el pecado nos hace lejanos de Dios. Pero después de encontrar a Jesús queremos que nos él aparte del camino de muerte y hagamos el camino de la vida.
- Padre Dios, te hemos sido indiferentes, tramposos y miedosos, hemos fabricado ídolos de Ti. Gracias por la estrella luminosa de nuestra fe, hoy queremos adorarte y hacerte la ofrenda nuestra vida. Que tu Hijo Jesús nos guíe, porque Él es la Luz del mundo. Amén.
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Primera Lectura: Isaías 60,1-6. ¡Levántate, brilla, Jerusalén, que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti! Mira: las tinieblas cubren la tierra, la oscuridad los pueblos, pero sobre ti amanecerá el Señor, su gloria aparecerá sobre ti; y caminarán los pueblos a tu luz; los reyes al resplandor de tu aurora. Levanta la vista en torno, mira: todos ésos se han reunido, vienen a ti: tus hijos llegan de lejos, a tus hijas las traen en brazos. Entonces lo verás, radiante de alegría; tu corazón se asombrará, se ensanchará, cuando vuelquen sobre ti los tesoros del mar y te traigan las riquezas de los pueblos. Te inundará una multitud de camellos, los dromedarios de Madián y de Efá. Vienen todos de Sabá, trayendo incienso y oro, y proclamando las alabanzas del Señor.
Salmo 71. Se postrarán ante ti, Señor, todos los reyes de la tierra. Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes: para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. R. Que en sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna; que domine de mar a mar, del Gran Río al confín de la tierra. R. Que los reyes de Tarsis y de las islas le paguen tributos; que los reyes de Sabá y de Arabia le ofrezcan sus dones, que se postren ante él todos los reyes, y que todos los pueblos le sirvan. R.
Porque él librará al pobre que clamaba, al afligido que no tenía protector; él se apiadará del pobre y del indigente, y salvará la vida de los pobres. R.
Segunda Lectura: Efesios 3,2-6. Hermanos: Habéis oído hablar de la distribución de la gracia de Dios que se me ha dado en favor vuestro. Ya que se me dio a conocer por revelación el misterio que no había sido manifestado a los hombres en otros tiempos, como ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: que también los gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la Promesa en Jesucristo, por el Evangelio.
Fray Luis Galindo,O.P.