La Palabra del día 02 de junio del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:10 pm
Se lo trajeron. Y él les preguntó: “¿De quién es esta cara y esta inscripción?” Le contestaron: “Del César.” Les replicó: “Lo que es del César pagádselo al César, y lo que es de Dios, a Dios.” Se quedaron admirados.Reflexión. Dos rasgos especiales de Jesús en los evangelios son la prudencia y la capacidad para responder a cuestiones difíciles de quienes le ponen trampas.
1. Decisión. Los jefes religiosos habían decidido eliminar al Señor, lo consideraban blasfemo, les era incómodo, porque denunciaba su falsedad. Pero, no les es fácil, temen al pueblo que lo sigue y lo considera un profeta, por ello buscan formas de atraparlo. En el texto envían fariseos y herodianos para atraparlo en alguna palabra.
2. Callejón sin salida. Con la pregunta ¿pagamos impuestos al César o no? Creen tenerlo entre la espada y la pared. Si decía que sí, era aceptación de la dominación extranjera, los judíos odiaban esto, el pueblo se pondría en contra de él y lo matarían; si decía que no, lo denunciarían a los romanos, que se encargarían de eliminarlo como sedicioso.
3. Respuesta. Jesús sale airoso con una solución. Estaba en desacuerdo con el dominio despótico, dijo antes: “los jefes de este mundo los tiranizan... entre ustedes no sea así...” Pero tampoco motiva una rebelión, sabe que puede traer catastróficas consecuencias como sucedió con la rebelión de los zelotes el 70, los romanos destruyeron todo.
4. Sabiduría. Quien se ha hecho seguidor de Jesús, tendrá la sabiduría y la prudencia para escapar de situaciones difíciles y sin salida. Sabrá que a Dios hay que dar siempre lo que le corresponde: el primer lugar, la primacía de todo y en todo, y a las cosas y situaciones del mundo también darles el lugar sin hacerlas ídolos.
- Enséñanos Señor a ser prudentes y sabios para enfrentar cualquier situación difícil y problemática de nuestra vida. Ten un feliz día.
Tobías 2,9-14. Yo, Tobit, la noche de Pentecostés, cuando hube enterrado el cadáver, después del baño fui al patio y me tumbé junto a la tapia, con la cara destapada porque hacía calor; yo no sabía que en la tapia, encima de mí, había un nido de gorriones; su excremento caliente me cayó en los ojos, y se me formaron nubes. Fui a los médicos a que me curaran; pero cuantos más ungüentos me daban más vista perdía, hasta que quedé completamente ciego. Estuve sin vista cuatro años. Todos mis parientes se apenaron por mi desgracia, y Ajicar me cuidó dos años, hasta que marchó a Elimaida. En aquella situación, mi mujer Ana se puso a hacer labores para ganar dinero. Los clientes le daban el importe cuando les llevaba la labor terminada. El siete de marzo, al acabar una pieza y mandársela a los clientes, éstos le dieron el importe íntegro y le regalaron un cabrito para que lo trajese a casa. Cuando llegó, el cabrito empezó a balar. Yo llamé a mi mujer y le dije: "¿De dónde viene ese cabrito? ¿No será robado? Devuélveselo al dueño, que no podemos comer nada robado." Ana me respondió: "Me lo han dado de propina, además de la paga." Pero yo no le creía y, abochornado por su acción, insistí en que se lo devolviera al dueño. Entonces me replicó: "¿Y dónde están tus limosnas? ¿Dónde están tus obras de caridad? ¡Ya ves lo que te pasa!"
Salmo 111. El corazón del justo está firme en el Señor. Dichoso quien teme al Señor y ama de corazón sus mandatos. Su linaje será poderoso en la tierra, la descendencia del justo será bendita. R. No temerá las malas noticias, su corazón está firme en el Señor. Su corazón está seguro, sin temor, hasta que vea derrotados a sus enemigos. R. Reparte limosna a los pobres; su caridad es constante, sin falta, y alzará la frente con dignidad. R.
Fray Luis Galindo,O.P.