La Palabra del día 01 de abril del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:01 pm
El primer día de los ázimos se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: ¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua? El contesto: Id a casa de Fulano y decidle: El Maestro dice: mi momento está cerca; deseo celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos. Los discípulos cumplieron las instrucciones de Jesús y prepararon la Pascua. Al atardecer se puso a la mesa con los doce. Mientras comían, dijo: Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar. Ellos consternados se pusieron a preguntarle uno tras otro: ¿Soy yo acaso, Señor? El respondió: El que ha mojado en la misma fuente que yo, ése me va a entregar. El Hijo el Hombre se va como está escrito de él; pero ¡ay del que va a entregar al Hijo del Hombre!, más le valdría no haber nacido. Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: ¡Soy yo acaso, Maestro? El respondió: Así es.REFLEXIÓN.
Jesús realiza un supremo gesto de amor y al mismo tiempo, recibe un extremo mal de uno de sus íntimos amigos.
1. Conclusión. Hoy concluimos la cuaresma y mañana entramos en el corazón del año cristiano: el Triduo Pascual. Los textos del evangelio desde el lunes hasta hoy nos sitúan a Jesús en el contexto de la Última Cena. En ellos también la maldad de Judas va en aumento: primero no estuvo de acuerdo con el derroche de María, la hermana de Lázaro; después decide vender a su Señor; y al fin, efectúa la venta por miserables treinta monedas.
2. Anticipo. En su Última Cena, Jesús anticipa lo que vivirá a continuación: su pasión, muerte y Resurrección. En dicha Cena se dona a sus amigos por completo y para siempre al instituir la Eucaristía. El que ama no soporta estar lejos del amado. Nada más, ni nada mejor puede dar a sus amigos, su mismo Cuerpo y Sangre, su persona. Sin embargo, en este mismo contexto, de donación total, recibe el peor desamor: la traición de un íntimos amigo.
3. El traidor hoy. Ese Judas, discípulo elegido por Jesús, podemos ser cualquiera de nosotros. Tantas veces hemos traicionado al Señor, vendiéndole por migajas del mundo, o posponiéndole a otras cosas que nos dan alegrías y satisfacciones inmediatas. Cada vez que hacemos el mal a los demás, cada vez que los vicios, los pasatiempos, las diversiones, etc., están por encima Dios, vendemos a Dios por miserables treinta monedas.
- Vivamos nuestro miércoles santo en acción de gracias a Dios por toda su generosidad. Preparemos nuestro espíritu para vivir con profundidad los tres días centrales de nuestra fe. Oremos por todos nuestros seres queridos, de modo especial por los miembros del pan de la palabra.
PRIMERA LECTURA: ISAÍAS 50,4-9.
En aquellos días dijo Isaías: Mi Señor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los iniciados. El Señor Dios me ha abierto el oído y yo no me he rebelado ni me he echado atrás. Ofrecí la espalda a los que golpeaban, la mejilla los que mesaban mi barba. No oculté el rostro a insultos y salivazos. Mi Señor me ayudaba, por eso no me quedaba confundido, por eso ofrecí el rostro como pedernal, y sé que no quedaré avergonzado. Tengo cerca a mi abogado, ¿quién pleiteará contra mí? Vamos a enfrentarnos: ¿Quién es mi rival? Que se acerque. Mirad, mi Señor me ayuda: ¿quién probará que soy culpable?
SALMO 68.
Señor, que tu bondad me escuche en el día de tu favor. Por ti he aguantado afrentas, la vergüenza cubrió mi rostro. Soy un extraño para mis hermanos, un extranjero para los hijos de mi madre; porque me devora el celo de tu templo, y las afrentas con que te afrentan caen sobre mí. R. La afrenta me destroza el corazón, y desfallezco. Espero compasión, y no la hay, consoladores, y no los encuentro. En mi comida me echaron hiel, para mi sed me dieron vinagre. R. Alabaré el nombre de Dios con cantos, proclamaré su grandeza con acción de gracias. Miradlo, los humildes, y alegráos, buscad al Señor, y vivirá vuestro corazón. Que el Señor escucha a sus pobres, no desprecia a sus cautivos. R
Fray Luis Galindo,O.P.