Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:24:51 pm

Es el Juramento Nightingale que cada enfermera debe pronunciar ante testigos que han de juzgarle de no cumplir esta demanda que se eleva a modo de rezo con Dios como testigo.

El 30 de agosto no solo se recuerda a Santa Rosa de Lima sino también, es el día en el que se revaloriza la noble labor de sus protegidas; las enfermeras peruanas. Quienes vestidas de blanco, le hacen honor a su profesión con dulzura y suavidad, con la devoción propia de su vocación.

Desde hace 56 años, un día como hoy, se conmemora a aquellas mujeres que han decidido ejercer la enfermería; que luego de haber sido una enseñanza empírica y benéfica, desde 1907 pasa a convertirse en una profesión. Creándose de ese modo la Primera Escuela de Enfermería en el Perú.

Las enfermeras están al servicio de la comunidad, servicio inspirado por la pionera de la enfermería moderna, Florence Nightingale, que al considerar esta disposición como un llamado de Dios, recorría los pasillos nocturnos con una lámpara para verificar el estado y la comodidad de sus pacientes que en esos momentos sobrevivían a la Guerra de Crimea.

Como esta mujer; cientos de enfermeras peruanas recorren cada mañana, tarde y noche por los gélidos pasillos de los centros de atención médica, presurosas a socorrer a los enfermemos y regalarles una sonrisa de esperanza en medio del dolor.

¿Quién no se ha encontrado con una mirada calmada al encontrase en una cama de hospital o cuando trasladaba a un familiar amado para ser atendido en un nosocomio? Tal vez nos ha pasado a muchos que el único socorro frente a los ojos y más cercano al corazón, en ocasiones, es un ángel vestido de enfermera; que con el símbolo de la lámpara sirve a la salud y a la vida.

Escucha el audio por el día de la enfermera:

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