LA COLUMNA DEL DÍA | La ilusión del poder
Creado el Lunes, 3 de Mayo del 2021 09:36:10 am
En la localidad cajamarquina de Chota se ha producido el primer debate entre Pedro Castillo y Keiko Fujimori, ambos exhibieron su ilusión por llegar al poder desde diferentes orillas.
La previa al debate se inició con un reto de Fujimori, que Castillo respondió desde Tumbes, diciendo que no se corre del debate, siempre y cuando sea en su natal Chota, donde evidentemente jugaba de local. Contra todo pronóstico, la candidata de Fuerza Popular aceptó la locación, pero puso fecha y hora. Sin embargo, Castillo furibundo contestó que no sea “dictadora” y asumiendo él una pose autoritaria, señaló unilateralmente el lugar, la fecha, hora y formato para el desarrollo del debate.
Si en la política los gestos son valiosos, el solo hecho que la candidata Fujimori haya acudido a Chota bajo las condiciones de Castillo y Perú Libre, es un gesto importante que suma a su favor. El inicio del debate sirvió para observar a un Castillo subiendo al estrado a sus anchas y advirtiendo que, si su contrincante se demoraba, procedería a retirarse. Fue grato observar la labor de los moderadores chotanos, quiénes sin los habituales disfuerzos de los comunicadores limeños, calmaron al candidato de la izquierda radical y esperaron a la candidata fujimorista que demoró veinte minutos en llegar a la plaza, debido a que simpatizantes del lápiz habían bloqueado los accesos.
En el debate las puyas abundaron y ambos candidatos se dijeron de todo, en especial aquello sobre lo que más se le cuestiona a cada uno.
Castillo aun cuando el tema estaba referido a la salud, empezó ratificando su decisión de convocar a una Asamblea Constituyente para elaborar una nueva Constitución como lo hizo Hugo Chávez en Venezuela el año 99, y que en la nueva Carta Magna se reconozcan los derechos constitucionales a la salud y educación, cuando ambos derechos ya están reconocidos y vienen siendo reconocidos como tales desde la Constitución de 1979.
Luego el líder radical ofreció otorgar anualmente el 10 % del PBI para el sector salud y lo mismo para educación, lo que significaría que entre ambos rubros se consumirían un poco más del 90 % del presupuesto público anual, dejando sin cobertura presupuestal a todo el aparato estatal, sin remuneraciones a los demás trabajadores del Estado y sin pensiones a los jubilados de la ONP, graficando lo inviable de sus propuestas. Si a eso le añadimos el cierre de las importaciones tal y como lo decretó en su momento el dictador Juan Velasco, los consumidores finales seríamos los mayores afectados con productos de menor calidad y a mayor costo, generando especulación, contrabando y mercado negro como en los 70s y 80s.
El discurso de Castillo es efectista en lo político, se centra en justificar sus propuestas en nombre del “pueblo” conforme a la usanza comunista que justifica todos sus abusos en su nombre, plantea claramente la existencia de una lucha de clases, buscando agudizar las contradicciones, conforme al manual marxista–leninista y finalmente es claro en proponer un cambio de modelo estatal hacia el estatismo comunista. Debo reconocer la sinceridad del candidato radical, pues sin tapujos, ni ambages, le está diciendo al Perú entero que es un creyente del comunismo y que no ha cesado en su idea de implantar un modelo comunista a través de su promocionada Asamblea Constituyente.
Por el lado de Keiko Fujimori, sorprendió su posición de dejar de defender el modelo económico y pasar a proponer un cambio hacia adelante dirigido a solventar una serie de iniciativas de corte populista, como es la entrega del 40 % del canon al pueblo, la entrega de una canasta tecnológica que estará compuesta por una tablet, una computadora y hasta un celular para cada estudiante, un bono para cada familia que ha perdido un ser querido a causa del covid y corregir la corrupción e ineficiencia de los gobiernos regionales, golpeando reiteradamente a Vladimir Cerrón por su corrupto y caótico paso por el Gobierno Regional de Junín.
En lo político, Fujimori ha cambiado el naranja por la blanquirroja, ha abandonado la derecha popular por el centro populista, no pide el voto tanto para ella, sino por mantener la democracia y las libertades, esperando cautivar a los indecisos y romper su fuerte antivoto.
El líder de la revolución comunista, Vladimir Ilich Ulianov, conocido como Lenin, dijo que “salvo el poder todo es ilusión”, ahora tenemos a los candidatos con la ilusión del poder y de nuestro voto depende que aquella ilusión se convierta en un quinquenio para reivindicar a nuestra democracia y fortalecer nuestras libertades o en nombre del pueblo se convierta en una historia kafkiana en que la filosofía del absurdo y la burocracia nos consuma.
* Pablo Rioja Cueva es abogado especialista en derecho constitucional y administrativo, árbitro en contrataciones con el Estado y laboral. Tiene amplia experiencia en gestión pública y docencia universitaria. Fue regidor en la Municipalidad Provincial del Santa.
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