LA COLUMNA DEL DÍA | En tiempos de coronavirus: la sostenibilidad en el sector empresarial
Creado el Miércoles, 8 de Abril del 2020 11:00:14 am
Siempre he sostenido que, las empresas al ser conformadas por personas y para personas, tienen un comportamiento tan igual como el ser humano. Es decir, su accionar antes, durante y después de los procesos de producción de bienes y servicios que llevan a cabo va a tener relaciones y repercusiones tanto en su entorno interno como externo: con la sociedad.
A través del problema del coronavirus, parece que nuestro planeta está diciendo basta a la manera cómo me están tratando, basta a la contaminación ambiental, basta a la depredación de los recursos naturales. Si bien es cierto el coronavirus, en su origen es un problema de salud, sin embargo, su accionar tiene que ver con todo el entorno que rodea al ser humano. Es por ello que las empresas también se ven inmiscuido en este problema. Pero, qué tipo de empresas u organizaciones son las que, de alguna manera, son culpables de los problemas señalados, ¿todas?, por supuesto que no. Gran culpa de ello la tienen las grandes compañías, las empresas globales o multinacionales que hacen uso indiscriminado de recursos sociales y naturales.
Señalo que, parece que nuestro planeta está diciendo basta a la manera cómo me están tratando, porque si no es por el coronavirus, a nivel mundial se están tomando acciones que la están beneficiando, como por ejemplo: menor circulación de unidades motorizadas que conllevan a una menor contaminación del medio ambiente, menor asistencia y circulación masiva de las personas a eventos que, tangencialmente, también contaminan a nuestro planeta, por el uso indiscriminado de los recursos que se utilizan.
Como señalan Natalia Sánchez y el Director de la Universitat Politècnica de Catalunya Albert Cuchí Burgos en la Introducción al trabajo “La sostenibilidad en el sector empresarial”: Actualmente nuestra sociedad se enfrenta a una serie de crisis que no tienen precedente en la historia moderna; crisis financiera, crisis económica, crisis industrial y crisis medioambiental. Todas ellas son el resultado de un modelo de desarrollo insostenible que está basado en el mal uso de los recursos sociales y naturales.
Estamos en un momento histórico en el que son las grandes empresas las que eligen el rumbo del planeta. Este mayor poder que han acaparado las empresas implica necesariamente una mayor responsabilidad sobre el estado actual y futuro del sistema físico y social en el que operan, y la sociedad ya está demandando que se comporten de acuerdo con dichas responsabilidades.
Las compañías juegan un papel clave en la configuración de la sociedad y han de integrar en sus estrategias de negocio los desafíos de ésta. La mayor parte de las empresas benefician a la sociedad con sólo hacer bien su trabajo, atienden necesidades de bienes y servicios de los clientes, crean empleo, pagan sueldos, innovan para crear nuevos productos, pagan impuestos que financian los servicios e infraestructuras públicos, crean trabajo para millones de proveedores… pero esto no es suficiente, hay que dar un paso más e iniciar el camino hacia el desarrollo sostenible, tienen que empezar a aceptar responsabilidades por los impactos económicos, sociales y ambientales de sus actividades y deben guiarse por un criterio indiscutible; el bienestar de la sociedad a corto, medio y largo plazo.
La idea de que la función de la empresa, como institución social, está asociada solo a la maximización de sus beneficios es sin duda una dimensión económica que está en retirada. Hoy, cada vez más se habla de una dimensión social de la empresa. La empresa, además de ser una célula económica, es una célula social. Está formada por personas y para personas. Esta insertada en la sociedad a la que sirve y no puede permanecer ajena a ella y a lo que le sucede. La empresa ayuda a configurar el modelo de sociedad, por ello hay que preguntarse qué modelo de empresa queremos potenciar.
Actualmente el tema medioambiental y social aparece en el discurso de todas las grandes compañías, sin embargo cambiar de lenguaje es una cosa, pero transformar la conducta es otra. El gran desafío de las empresas es hacer que sus palabras queden reflejadas en su trayectoria y no sólo en el papel. Si nos regimos por la definición, el concepto de sostenibilidad empresarial es el proceso mediante el cual una empresa es capaz de aprovechar sus recursos a fin de satisfacer necesidades actuales sin comprometer las capacidades de las generaciones futuras. Se basa en la definición de desarrollo sostenible y al igual que ésta se basa en tres pilares; económico, social y ambiental.
Estamos sufriendo una crisis y éstas suelen venir acompañadas de oportunidades. Las empresas que muestren una visión acertada, tendrán la oportunidad de cambiar sus modelos de negocio para trabajar por un futuro más sostenible. Por lo tanto, para las empresas, la sostenibilidad se presenta como una oportunidad de cambio y transición hacia una nueva forma de hacer negocios (producción, comercialización, promoción y publicidad, etc.) pero también hacia nuevas formas de convivir con una sociedad, desarrollar su negocio y crecer en un medio de competencia en donde todos podamos ganar.
* Felipe Llenque Tume es doctor en Administración, past decano del Colegio Regional de Licenciados en Administración (Corlad Chimbote), director de la Escuela de Administración en la Uladech Católica, consultor en capacitación y asesoría empresarial a sectores económicos de producción y servicios, y miembro del Directorio de Sedachimbote.
Foto: Innovaspain
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