Áncash: calor intenso adelanta campaña de mango 2024 en Moro
Creado el Lunes, 26 de Febrero del 2024 09:36:13 am | Modificado el 26/02/2024 09:43:37 am
Debido a las altas temperaturas que se registran en la costa, la campaña de mango kent 2024 se adelantó en el distrito de Moro, ubicado en la costa de Áncash. El calor intenso provocó la falta de floración de las plantas, de modo tal que la producción cayó en un 75 % en los campos de cultivo, no solo en Moro, sino en todo el valle de Nepeña.
A pesar de ello, los pequeños productores que han logrado tener fruta ahora venden su producto a un precio que varía entre 9 y 10 soles por un kilo de mango que se exporta vía aérea, cuando el año pasado apenas llegaba, en algunos casos, a 2.5 soles. El incremento, como puede notarse, es 4 veces mayor.
“La campaña se prolongará hasta marzo porque hay distintas etapas de floración; sin embargo, no hay mucha producción por el factor clima. Aunque eso ha generado que el precio del mango se eleve notablemente a favor de los pequeños productores que podrán mejorar su economía luego de dos anteriores campañas muy malas”, comentó Juan Cerna Espinoza, director ejecutivo del Servicio para el Desarrollo Integral Rural (Sedir).
Consideró que ahora los pequeños productores tendrán que conocer al detalle el factor climatológico para saber qué medidas preventivas tomar en cuenta en el futuro para evitar que se reduzca la productividad de las plantas.
El valle de Nepeña, en Áncash, cuenta con 1200 hectáreas de mango y la inversión promedio anual por cada una de ellas es de 10 mil soles, en tanto que la producción normal por hectárea es de 15 mil toneladas, aunque este año se redujo drásticamente.
LA COSECHA DEL MANGO
La cosecha se inicia con una breve coordinación con los trabajadores para recordar que los mangos que se sacarán de la planta son aquellos que cumplan con el calibre (peso), tamaño y color (chapa roja) para la exportación al mercado de Estados Unidos, Europa y Asia. Mientras los hombres recorren el campo para recolectar la fruta, al costado se implementa un centro de acopio donde las mujeres se encargan de cortar el pedúnculo de los mangos que luego se colocarán en jabas de 20 kilos.
Sedir, institución que brinda soporte técnico a pequeños productores, pudo conocer de cerca el trabajo que realizan los cosechadores y su importancia para la selección de un buen producto.
Flor Silva, de 44 años, es natural del caserío de Pedregal Alto, distrito de Tambo Grande, principal zona productora de mango en Piura y el Perú.
“Nosotras somos las deshuatadoras, las que quitamos el pedúnculo de los mangos. Cuando cortamos el pedúnculo debemos tener cuidado para evitar que el látex que brota caiga en la piel de la fruta porque la mancha, la quema y ya no sirve para exportar. Somos las mujeres las que hacemos eso porque se trata de un trabajo muy delicado”, cuenta.
Ella trabaja en el mango desde muy niña. Hoy la acompaña toda su familia en un campo de Moro, hasta donde ha llegado desde muy temprano. Mientras los hijos de Flor cosechan el mango en jabas de 20 kilos, ella junto a su hija y su nuera se encargan de cortar el pedúnculo de los mangos.
Toda la familia de Flor, como otras inmersas en el mismo negocio, terminan fuera de su casa más de medio año. Empiezan en Piura, luego llegan a Casma y, finalmente, cierran en Moro. Los hombres ganan 5 soles por cada jaba cosechada de 20 kilos, mientras que a las mujeres se les paga un jornal de 80 soles. (W.C. – RSD Noticias).