LA COLUMNA DEL DÍA | Sembrando dudas
Creado el Lunes, 20 de Junio del 2022 09:35:46 am

La carrera electoral para las Elecciones Regionales y Municipales ha empezado y con ella han aparecido las primeras decisiones controversiales del Jurado Nacional de Elecciones, como aquella que decidió extender por tres días hábiles el plazo para la inscripción de candidaturas a los gobiernos regionales y locales en todo el país, en una posición contradictoria respecto a las Elecciones Generales del 2021.
Además de las decisiones de justicia electoral, el proceso electoral interno que corresponde a cada partido o movimiento político se ha vuelto un procedimiento engorroso y cada vez más complejo, pues el acto de completar e inscribir listas reviste de una serie de formas, procesos y plazos que solo sirven para que cualquier yerro se convierta en un escollo para la inscripción de cualquier candidato.
En el afán de fortalecer a los partidos y la democracia interna de cada uno de ellos, los cambios incorporados a la legislación electoral en la última década han tenido un efecto contrario al esperado, pues los partidos en crisis dejaron de ser organizaciones políticas electoreras para convertirse en algo peor y terminar siendo simples vientres de alquiler que cobijan a los candidatos de turno bajo el auspicio de algún experto electoral que aprovecha los recovecos normativos para sus intereses, mientras que la participación ciudadana en condiciones de igualdad y la democracia interna pasa a un segundo plano.
Por eso, no es extraño encontrar que en Áncash y la provincia del Santa tengamos candidatos que en cada elección se presentan por una camiseta política distinta y que tengan antecedentes que deberían impedir su participación en cargos de elección popular. Es tan malo el filtro que, en Ancash ningún gobernador regional ha logrado terminar su mandato y más bien, la gobernatura se ha convertido en una antesala de la cárcel.
Para lograr una exitosa inscripción y superar cualquier problema en el camino, existan algunos “especialistas” electorales que terminan gravitando de una manera desmedida, pues sin mayor rubor logran la inscripción de candidatos y listas que hasta la elección anterior eran integrantes de otro color político y que en algunos casos llevan de candidatos a personajes que están impedidos de postular.
Es tal el grado de complejidad de la legislación electoral, que las tachas a las candidaturas en las elecciones regionales y municipales se han convertido en una suerte de subasta en la que la jurisprudencia electoral no importa y cada candidato corre con su propia suerte. Esta situación debe cambiar para garantizar seguridad jurídica al proceso electoral y predictibilidad a las decisiones de la justicia electoral.
El Congreso debería promover una reforma electoral y proponer un código electoral claro y simple de aplicar para futuras elecciones y en estas reformas no deberían tomarse figuras como las “PASO” que son elecciones primarias abiertas simultáneas y obligatorias para escoger candidatos internos y se han convertido en un instrumento muy vulnerable y pasible de ser mal utilizado por quienes pretendan tomar el poder para quedarse.
Finalmente, algo que es muy importante y debe definirse con claridad es la preponderancia de la democracia representativa sobre la democracia participativa, que sería la mejor decisión conforme a los estándares democráticos internacionales y que se ha desvirtuado mediante el desarrollo de diversas leyes y reglamentos en los últimos 20 años, es un tema vital para evitar que los procesos electorales sigan sembrando dudas.
*Pablo Rioja Cueva es abogado especialista en derecho constitucional y administrativo, árbitro en contrataciones con el Estado y laboral. Tiene amplia experiencia en gestión pública y docencia universitaria. Fue regidor en la Municipalidad Provincial del Santa.
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