LA COLUMNA DEL DÍA | ¿Se puede administrar una ciudad o un país como una empresa?
Creado el Miércoles, 10 de Agosto del 2022 10:32:48 am
En estas elecciones municipales, así como ha sucedido en anteriores elecciones, muchos candidatos y candidatas presumen mucho de sus éxitos obtenidos como gestores o administradores de sus propias empresas y les dicen a sus votantes que, así como han llevado al éxito a sus empresas también conducirán al éxito a su ciudad. Sin embargo, hay que señalar que un funcionario público no puede presentar el enriquecimiento personal como la vara principal con la que se mide su éxito.
Lamentablemente, llevados por ese afán de lograr resultados, muchos políticos que tienen o han tenido una experiencia empresarial, se han visto, y seguramente se continuará viendo que, en el círculo del poder político existe un camino poco transparente que puede llevar al tráfico de influencias y a otras consecuencias negativas.
Gestionar una empresa es conducirla al logro de metas u objetivos que el privado ha fijado con anterioridad, mientras que administrar o gestionar los destinos de una ciudad o país tiene mucho que ver con mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. He aquí una gran diferencia entre lo privado y lo público
Cuando al expresidente de Chile, Sebastián Piñera, con una exitosa carrera empresarial, se le preguntó cuál es la diferencia que existe entre administrar empresas y gobernar un país, señaló: “En el sector público hay que buscar acuerdos, consensos y gobernar para todos, los partidarios y los que no lo son. En democracia el bien común está siempre por encima del bien particular, y el interés público por sobre el interés privado, y nadie que pretenda ser presidente puede desconocerlo. Un presidente tiene que preocuparse en primer lugar de los que son más vulnerables, pero, debe asegurarse al mismo tiempo de que el país mantenga su capacidad de crecimiento, de creación de empleos, de inversión, de mejorar la productividad. Equilibrar ambas cosas requiere de talento político. Por eso, la experiencia privada supone un aporte, un activo, pero nunca hay que olvidar que el mundo privado es de los privados, y el mundo de la política es de todos y cada uno de los ciudadanos. Administrar el Estado no es lo mismo que manejar una empresa”, subraya el expresidente.
Una empresa es tan buena como lo es su gente, y el proceso para llegar a una buena administración requiere de una selección de profesionales que tengan conocimientos y experiencia. La experiencia no es un accidente, es un proceso de aprendizaje en los actos de administración.
Antonio Núñez, socio de la firma de cazatalentos Parangon Partners, en relación a la gestión pública y privada señala: La misión de ambos es "tener la capacidad de diseñar y liderar un proyecto ilusionante con un rumbo definido", siguiendo la frase de Napoleón: "Un líder es un negociador de esperanza". Tanto el empresario como el político "abordan un proceso muy similar de toma de decisiones encaminadas a conseguir unos resultados concretos".
Finalmente, decirles a todos los candidatos que se lanzan a la lid política que, no basta con los conocimientos adquiridos en gestión pública, sino que es necesario tener valores éticos, habilidades blandas para la gestión y, fundamentalmente, rodearse de gente honesta, sana que actúe con transparencia, caso contrario, al término de su gestión, serán uno más del montón de políticos corruptos que ven en el Estado una forma de vivir a costa de los demás.
*Felipe Llenque Tume es doctor en Administración, pastdecano del Colegio Regional de Licenciados en Administración (Corlad Chimbote), director de la Escuela de Administración en la Uladech Católica, consultor en capacitación y asesoría empresarial a sectores económicos de producción y servicios.
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