LA COLUMNA DEL DÍA | La bomba de Tarata
Creado el Lunes, 18 de Julio del 2022 10:49:53 am

El 16 de julio se cumplieron 30 años del estallido de una bomba en la calle Tarata en el distrito limeño de Miraflores. Este demencial ataque contra civiles fue perpetrado por la organización terrorista Sendero Luminoso y constituyó un momento muy difícil para nuestro país, pues dicho atentado terrorista incrementó la sensación que la horda fanática que encabezaba el terrorista Abimael Guzmán estaba a muy poco de asaltar el poder y tomar el control del país.
Sendero Luminoso no tuvo piedad ni compasión con la población civil, atacó durante más de una década a niños, mujeres y ancianos, condenándolos a muerte en sus llamados “juicios populares” por el delito de no unirse a la lucha armada, que en realidad no era otra cosa que el delito pensar diferente que los delincuentes terroristas. Las muertes ocasionadas por los juicios populares eran un modelo copiado del manual de Ernesto “Che” Guevara, quien condenó a muerte en plazas públicas a miles de cubanos en nombre de la revolución, para que años después Cuba termine siendo secuestrada por la familia del dictador Fidel Castro y la democracia se convierta en una utopía.
La ideología que el delincuente terrorista Abimael Guzmán pretendía imponer a todos los peruanos era un modelo comunista de corte colectivista –agrario en donde el “Partido Comunista– Sendero Luminoso” gobernaría bajo la fórmula de partido único y bajo el mando del mal llamado “presidente Gonzalo”.
La demencia terrorista de Abimael Guzmán y sus seguidores causaron más de treinta mil muertos que no pidieron, ni quisieron participar de la “lucha armada”, sino que fueron víctimas de un oscuro profesor universitario, que solo ambicionaba tomar el poder.
Para enfrentar a Sendero Luminoso contamos con las fuerzas armadas, la policía nacional y las rondas campesinas (las verdaderas, no las que retienen a periodistas para proteger la corrupción enquistada en el poder) y fueron sus miembros las principales víctimas del terrorismo. En nuestra localidad fueron asesinados cobardemente tres sacerdotes, uno en Santa y otros dos que pertenecían a Pariacoto fueron victimados en la carretera de penetración de Casma a Huaraz.
Es cierto que existieron excesos que han sido sancionados como violaciones a los derechos humanos por parte de algunos miembros de las fuerzas armadas, pero también es cierto, que miles de familias perdieron a sus padres, hermanos o hijos, quienes vistiendo el uniforme de nuestros institutos armados y de la policía entregaron su vida por salvar a millones de peruanos de unos delincuentes fanáticos que no dudaban en matar a diestra y siniestra a quiénes se opusieran a su bestialidad.
Particularmente, me resulta triste y hasta doloroso observar a algunas ONG y abogados que durante varios años defendieron a terroristas y han desarrollado una estrecha relación con sentenciados por terrorismo, pretender cambiar la historia real que vivió el Perú, relativizando y hasta justificando a los terroristas, llegando al extremo de romantizar la lucha armada y lo peor, que en varios casos con el financiamiento del Estado desde el Ministerio de Cultura, por ello hay que recordar esta fecha aciaga; y como bien dice la sentencia popular, “pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla”.
Por esas ironías que tiene la vida, anoche en varios medios de alcance nacional, conocimos detalles del caso Tarata que involucra al presidente Castillo y el exministro Juan Silva y de confirmarse, todo hace indicar que este caso sería la bomba que podría llevarlo de la presidencia a una celda en Ancón.
*Pablo Rioja Cueva es abogado especialista en derecho constitucional y administrativo, árbitro en contrataciones con el Estado y laboral. Tiene amplia experiencia en gestión pública y docencia universitaria. Fue regidor en la Municipalidad Provincial del Santa.
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