LA COLUMNA DEL DÍA | Frente a la desigualdad, es posible una revolución productiva con los pequeños emprendedores
Creado el Martes, 26 de Noviembre del 2019 09:44:46 am | Modificado el 06/10/2021 01:34:56 pm

En América Latina, y especialmente en América del Sur sigue la movilización social y las revueltas, a partir de la implementación de un modelo económico que ha privilegiado el crecimiento de las grandes empresas, y no le ha puesto los contrapesos e inversiones suficientes en programas y proyectos para corregir las desigualdades y la exclusión de millones de familias que siguen en la pobreza y viven en condiciones, que en pleno siglo XXI son una afrenta a la dignidad humana.
A lo ocurrido en Ecuador, Chile y Bolivia, se ha sumado las protestas en Colombia…y ojo en el Perú, sectores marginalizados de ciudades como Lima, que no encuentran trabajo, y que se dedican al transporte informal han salido a protestar y bloquear avenidas y también se incuban protestas en los maestros, médicos y los productores de las zonas rurales que en mayo tuvieron un paro nacional agrario.
Personalmente, no estoy en contra de la inversión privada, ni de las exportaciones, porque mejoran la balanza comercial (importaciones vs exportaciones) y ayudan al país en su desarrollo; lo que no estoy de acuerdo, es que se privilegie con leyes, normas, exoneraciones tributarias e incentivos a las grandes empresas, y simultáneamente se abandone a los microempresarios y pequeños productores del campo y la ciudad.
A partir de mi experiencia en el sector público, privado y en proyectos de desarrollo con fondos de la cooperación internacional; soy testigo del extraordinario esfuerzo que hacen los pequeños productores, microempresarios y emprendedores de las ciudades y de las zonas rurales, por trabajar a brazo partido, por organizarse, por iniciar todos los días un sinnúmero de emprendimientos, que les permita salir de la pobreza utilizando su ingenio y los recursos locales; incluso muchos de ellos conservando los recursos naturales sin contaminar el ambiente.
Solo a manera de ejemplo, he sido testigo, como los programas del estado como Qali Warma, el Vaso de Leche, los hospitales, la policía y las fuerzas armadas, generalmente solo compran a las grandes empresas. Y no existen políticas públicas o simplemente les interesa un pepino a los funcionarios de turno apostar por los pequeños productores.
Claro que se puede comprar a los pequeños productores, solo se necesita decisión política. Qali Warma puede y debe comprar a los pescadores artesanales, a los procesadores de pescado seco salado, también debe comprar leche fresca o procesada a los ganaderos locales del valle del Santa, de Chiquián, Ocros y de otros lugares; a los productores de quinua y kiwicha del Callejón de Huaylas; de igual manera deben comprar pan enriquecido a las panaderías de las organizaciones de mujeres como los Clubes de Madres y Comedores Populares. Y los Hospitales, la policía y fuerzas armadas pueden comprar uniformes y otros productos a los microempresarios.
Todo se puede, solo se necesita decisión política de apostar por los pequeños productores y no solo privilegiar a los grandes empresarios donde las coimas y prebendas son pan nuestro de cada día. En países pequeños pero emprendedores como Costa Rica, funciona a todo nivel las cooperativas, no solo en el Café y Cacao, sino incluso en las empresas de agua potable y generación de energía donde cada usuario es al mismo tiempo un asociado cooperativista. Alternativas hay. En el Perú y en las regiones, es tiempo de apostar por los pequeños productores; es tiempo de iniciar una revolución productiva del campo y la ciudad con los pequeños emprendedores, antes que la revueltas sociales desborden y sea demasiado tarde.
* Gabriel Mejía Duclós es ingeniero agrícola con especialización en ingeniería de recursos agua y tierra, 25 años de experiencia en gerencia y dirección de instituciones públicas y privadas vinculadas al desarrollo social, económico y gestión ambiental, ex candidato a la Gobernación Regional de Áncash.
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