Creado el Martes, 24 de Diciembre del 2019 10:03:57 am | Modificado el 06/10/2021 01:35:03 pm

Actividad empresarial sí, pero en condiciones justas y respetando la dignidad de las personas,señala el ingeniero Gabriel Mejía Duclós

La constitución Política vigente en su primer artículo señala: “La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado. Y en su Artículo 2° señala que toda persona tiene derecho: a la vida, a su identidad, a su integridad moral, psíquica y física”.

Sin embargo hace algunos días a través de los medios de comunicación en el Perú entero todos tomamos conocimiento que  el 15 de diciembre 2 jóvenes:  Carlos Campos y Alexandra Porras que trabajaban en el Restaurant Macdonalds del distrito de Pueblo Libre en Lima, murieron electrocutados, a causa de descargas eléctricas y deplorables condiciones laborales en el local de comida rápida de la franquicia norteamericana Macdonalds. 

Y recientemente en la tarde del 19 de diciembre en el distrito de Nepeña ocurrió la  trágica muerte de Levi José Cunza Blanquillo, trabajador de la Empresa Agrofuturo, perteneciente al Grupo Gloria; quien según la información proporcionada por su hermano, el Sr Cunza se desempeñaba como tomero, por lo que en algunos casos en pozas improvisadas en el canal Chinecas, tenía que descender al fondo del canal para cerrar y abrir compuertas artesanales de ingreso de agua por tuberías que llevan agua a los campos de mango y arándano. Teniendo en cuenta las fotografías difundidas y los testimonios recogidos, queda claro, que el Sr José Cunza, considerando los riegos de su actividad, no tenía implementos mínimos de seguridad para realizar sus labores, y lo más grave la infraestructura hidráulica acondicionada, no tenía los estándares necesarios para realizar una adecuada operación y mantenimiento. 

En ambos casos es inadmisible que una franquicia transnacional norteamericana como Macdonalds y un grupo empresarial millonario como Gloria no inviertan en proveer la infraestructura, los implementos de seguridad y las condiciones mínimas previstas por la ley a todos sus trabajadores. 

No estamos en contra de la actividad empresarial. El desarrollo del país y de regiones como Ancash necesitan del dinamismo del sector privado; eso no está en tela de juicio. Lo que cuestionamos es el incumplimiento de las normas laborales y las condiciones inhumanas que algunas empresas ilegalmente aplican para multiplicar sus ganancias. 

Por ello, en el caso de la trágica muerte en Nepeña del señor Cunza, por negligencia y condiciones antilaborales aplicadas por la Empresa Agrofuturo, perteneciente al Grupo Gloria; la Dirección Regional de Trabajo y Sunafil deben proceder a realizar inspecciones esclarecedoras y a efectuar las sanciones correspondientes; asimismo los familiares y la Fiscalía tomar las acciones legales con carácter de urgente, para indemnizar a la familia y para que esta injusta muerte no quede impune. Actividad empresarial sí, pero en condiciones justas y respetando la dignidad de las personas. Ya es tiempo que en Nepeña el Grupo Gloria respete la ley y deje de cometer atropellos. 

* Gabriel Mejía Duclós es ingeniero agrícola con especialización en ingeniería de recursos agua y tierra, 25 años de experiencia en gerencia y dirección de instituciones públicas y privadas vinculadas al desarrollo social, económico y gestión ambiental, ex candidato a la Gobernación Regional de Áncash. 

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