LA COLUMNA DEL DÍA | En el Perú es tiempo de frenar el desmadre político
Creado el Martes, 22 de Marzo del 2022 11:52:34 pm | Modificado el 02/08/2024 10:58:12 am

En la historia del Perú y de la humanidad siempre ha jugado un rol trascendente el ejercicio de la actividad política. No existe un solo país sobre la tierra donde todos los días y cada momento no se tomen decisiones políticas, entendiendo a la política como el arte de gobernar un estado o una comunidad, donde se analizan y toman decisiones concretas para resolver los problemas con la participación de los ciudadanos.
Desde mi experiencia el ejercicio de la actividad política tiene que estar indisolublemente vinculada a la búsqueda de la justicia y el bienestar de la población.
Por ello, el presidente de la República, los congresistas, los ministros, los alcaldes, los gobernadores regionales, y en general los funcionarios de una entidad del estado; son servidores públicos que tienen la responsabilidad política de servir a la población.
Lamentablemente en las últimas décadas, la clase política, sus dirigentes y los propios partidos políticos, están atravesando una de las más graves crisis, evidenciada en hechos de corrupción donde muchos dirigentes políticos, entre ellos los 7 últimos presidentes de la república, y muchos gobernadores regionales y alcaldes se encuentran en la cárcel, o están afrontando juicios en la fiscalía o el poder judicial.
En ese pantano de miseria moral, en solo 7 meses el presidente Castillo, varios de sus ministros, funcionarios y parientes afrontan graves denuncias por corrupción, donde el próximo 28 de marzo el primer funcionario del país tendrá que acudir al Congreso para responder a un proceso de vacancia por incapacidad moral permanente.
En ese mar de incertidumbre, la mayoría de peruanos no podemos seguir siendo arrastrados a un callejón sin salida, que solo nos lleva al despeñadero. Es inadmisible aceptar, que pasen los días, los meses y los años y se normalice el desgobierno, la incompetencia y la destrucción de la incipiente institucionalidad democrática que se ha logrado construir. Hoy todos estamos de acuerdo que el permanente desmadre político no debe ni puede continuar.
Esta crisis política crónica no solo es responsabilidad del poder ejecutivo. Todas las evidencias confirman que el Poder Ejecutivo y el Congreso de la República petardean permanentemente la gobernabilidad. Hoy nuevamente somos testigos de un nuevo capítulo de confrontaciones estériles que postergan la atención de los problemas estructurales y de la agenda urgente como la crisis sanitaria, educación, recuperación económica y seguridad ciudadana. Que al no ser atendidos solo generan un mayor desencuentro con la población.
A estas alturas del partido es evidente el agotamiento de la paciencia de la población que ya está casada de los continuos desmadres políticos, pugnas por el poder y la repartija sin escrúpulos para distribuirse la torta del Estado, que solo hunden en el hoyo, a un país milenario como el Perú.
Por ello ante la grave crisis política que pone al país al borde del colapso en el corto plazo se aprecian dos salidas que responsablemente todos debemos procesar para frenar el desmadre y evitar que el Perú se termine de ir al diablo:
1. El Congreso de la República y el Poder Ejecutivo tienen la urgente tarea de hacer política con P mayúscula; de ponerse de acuerdo para impulsar un conjunto de reformas de la constitución y el estado (reforma política y electoral, reformas en educación y salud; reforma de la regionalización, y otras) para devolver la gobernabilidad y proceder a las reformas estructurales pendientes que le den viabilidad al país.
2. Si en el Poder Ejecutivo, el Congreso, los partidos y la sociedad civil organizada no hay la capacidad para llegar a acuerdos políticos de fondo; solo le queda al pueblo tomar masivamente las calles para frenar en seco el desmadre y lograr un acuerdo de adelanto de elecciones generales que permitan en el plazo de un año tener un nuevo presidente y nuevos congresistas.
* Gabriel Mejía Duclós es ingeniero agrícola con especialización en ingeniería de recursos agua y tierra, 25 años de experiencia en gerencia y dirección de instituciones públicas y privadas vinculadas al desarrollo social, económico y gestión ambiental, ex candidato a la Gobernación Regional de Áncash.
