LA COLUMNA DEL DÍA | El alumno Castillo
Creado el Lunes, 24 de Enero del 2022 09:25:12 am

El presidente Castillo ha concedido sus primeras entrevistas a la prensa nacional y para ello acudieron a Palacio de Gobierno los periodistas César Hildebrandt y Nicolás Lúcar, ambos de conocida tendencia izquierdista y bastante benevolentes con el actual gobierno. Sin embargo, las entrevistas han servido para poner en evidencia su improvisación, pues sin rubor, el profesor Castillo dijo a Lúcar que; “no estaba preparado para ser presidente” y que “nadie le había dado siquiera una hora de inducción”.
Este acto de abierta sinceridad del presidente explicaría por qué viene improvisando tanto, pues como bien manifiesta, no tiene meridiana idea de la responsabilidad que significa liderar el país y tomar decisiones sobre diversos temas, todos los días y durante cinco años.
En más de un momento Castillo habla como si él no fuera el presidente de todos los peruanos, que tiene la obligación de tomar decisiones para resolver los problemas del país, sino que se expresa como el dirigente sindical que está limitado a señalar los innumerables problemas que existen en el sector público, y de los que habitualmente responsabiliza por acción u omisión a la autoridad, cuando justamente ahora, Pedro Castillo es la autoridad.
Por lo expresado en ambas entrevistas, Castillo siente muy natural que los peruanos esperemos el tiempo que sea necesario para que “aprenda” a gobernar, aunque ello signifique, entre otras cosas, que no tome ninguna decisión en el ministerio del interior y los peruanos tengamos que soportar el enfrentamiento entre el ministro Guillén y el director general de la PNP, general Gallardo, mientras que la delincuencia campea a sus anchas y el sicariato se empieza a convertir en un delito frecuente, es más; en una extraña contradicción, dice que la delincuencia es algo que “ya sabemos, porque es de siempre”, como si se tratase de un problema que debemos tolerar, sin buscar alguna forma de solución, porque es de toda la vida.
El presidente nos demostró que es muy bueno respondiendo generalidades, pues no aterrizó sobre ningún tema en específico y también nos probó que domina el arte de hablar mucho sin decir nada, pues en varios pasajes de sus entrevistas fue muy locuaz y dicharachero, actitud que cambiaba cuando le preguntaban por Bruno Pacheco o Karelim López, a quiénes negó como Pedro a Cristo.
Otro rasgo que expuso con claridad es su nivel de cinismo, pues dijo cosas inverosímiles, como que Karelim López organizó la fiesta de cumpleaños de su menor hija, sin su autorización, ni consentimiento, y que no tiene idea respecto a cómo se organizó esa pachanga familiar en palacio de gobierno. Esta afirmación es una mentira tan grande que indigna, pues si el presidente no sabe que se está organizando una fiesta para su hija financiada por una lobista, significaría que es un títere en palacio con alguien que decide por él y eso sería aún peor, por eso quedó claro que es un político muy cínico, superando en este aspecto a varios de sus antecesores.
En síntesis, luego de seis meses en la presidencia, el presidente Castillo ha tomado la saludable decisión de aceptar entrevistas y nos ha confesado que por ahora es más un alumno que intenta aprender a ser presidente, que un presidente intentando hacer un buen gobierno.
*Pablo Rioja Cueva es abogado especialista en derecho constitucional y administrativo, árbitro en contrataciones con el Estado y laboral. Tiene amplia experiencia en gestión pública y docencia universitaria. Fue regidor en la Municipalidad Provincial del Santa.
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