Creado el Martes, 24 de Marzo del 2020 10:46:50 am | Modificado el 06/10/2021 01:35:37 pm

El Estado no puede estar pintado en la pared; las leyes, los proyectos y sobre todo las inversiones son para mejorar la calidad de vida de la gente y no para improvisar ni robarse la plata, comenta el ingeniero Gabriel Mejía Duclós

Millones de ciudadanos en todo el mundo, mujeres, varones, ancianos y niños¸ sin diferencia de posición económica, idioma o credo, afrontamos una pandemia como el coronavirus; que a la fecha ha causado 370 mil infectados y más de 16 mil muertes, 6 mil de ellas en un país europeo desarrollado como Italia; lo que evidencia la fragilidad de la vida misma de los seres humanos…. Y donde  todos y todas; sea cual sea nuestro rol en la sociedad; sin duda alguna volvemos a coincidir que el centro de atención del estado, de todos los gobernantes del mundo y de todas las instituciones públicas y privadas somos los seres humanos.

En este contexto, queda claro, que los recursos más preciados del planeta, no es el oro convertido en joyas preciosas, tampoco el petróleo, ni todo el dinero del mundo. En verdad parece sencillo decirlo, pero en el día a día, de todos los que toman decisiones en el Perú y en el mundo, no es tan lógico, ni tan sencillo reconocer que los recursos más preciados en la tierra: son los recursos humanos.

Hace unos meses atrás, Estados Unidos y China, se disputaban en las narices de todos, la supremacía del mercado internacional, Donald Trump ordenaba a las empresas norteamericanas el bloqueo de insumos, equipos y servicios para los celulares Chinos Huawey, y simultáneamente China subía los impuestos a los productos norteamericanos, generando mayor inestabilidad en la economía mundial. 

Pero también, después de las guerras mundiales  donde se exterminaron a millones de inocentes,  han existido y hoy existen guerras por el control del petróleo, como en Irak  donde han muerto millones de personas; o como hoy  en República del Congo en Africa, donde la guerra civil  financiada  con la venta  de un mineral muy preciado llamado coltán  u  ‘oro negro’ mata mujeres y niños. Lo denigrante es que por cada kilo de coltán le cuesta la vida a dos personas en El Congo; por eso se denuncia que este mineral tan codiciado por las empresas que fabrican celulares,  financia un baño de sangre en el corazón de África.

Como, lo constatamos, a nivel mundial muchas veces los seres humanos no somos la prioridad; porque lamentablemente existen intereses mercantilistas, la venta de armas en las guerras, o los intereses personales o de grupos y la corrupción, que terminan imponiéndose al interés común de la gente.

Por ello, hoy con la experiencia de la pandemia llamada coronavirus, todos estamos obligados a revisar las prioridades de las inversiones y no permitir que en adelante miles de peruanos no tengan agua ni desagüe. Empezando por el gobierno nacional y los gobiernos regionales y locales, tienen que prepararse para que en los próximos meses se coloque en el centro de las decisiones la salud, la educación, la nutrición, agua y desagüe, la producción de alimentos, y todos los programas y proyectos que permitan a los seres humanos vivir con mayor dignidad.  El Estado no puede estar pintado en la pared; las leyes, los proyectos y sobre todo las inversiones, son para mejorar la calidad de vida de la gente y no para improvisar ni robarse la plata.

* Gabriel Mejía Duclós es ingeniero agrícola con especialización en ingeniería de recursos agua y tierra, 25 años de experiencia en gerencia y dirección de instituciones públicas y privadas vinculadas al desarrollo social, económico y gestión ambiental, ex candidato a la Gobernación Regional de Áncash.

Foto: Esan / Composición: RSD

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