Creado el Miércoles, 8 de Diciembre del 2021 08:10:15 am | Modificado el 08/12/2021 08:59:44 pm

Tener el poder no es malo. Lo malo es cómo utilizamos ese poder, señala el doctor Felipe Llenque Tume*

Vivir en democracia es soportarnos los unos a los otros respetando, por supuesto, las reglas de juego. Nuestros gobernantes quienes deberían, con su comportamiento, dar ejemplo de tolerancia, transparencia, resiliencia, flexibilidad, lamentablemente, salvo algunas excepciones, no lo están haciendo

Ya va a culminar el año, y aún seguimos con la cantaleta de la vacancia presidencial y, como si no hubieran otros temas de interés para la ciudadanía los medios de comunicación afines a los que promueven la vacancia hacen eco de argumentos falaces y triviales.

Somos espectadores como algunos grupos políticos y ciudadanos que hacen la comparsa con el pretexto de “salvar la democracia” quieren traerse abajo a la actual gestión. No es “amor al chancho sino a los chicharrones”, dice un adagio muy popular. Efectivamente, como no recordar que, grupos políticos desde antes que asuma el poder el actual gobierno, ya pedían su vacancia tan sólo por el mero hecho de no querer tener a un presidente “comunista”, “terrorista” “chavista” y otros adjetivos impropios. No ocultan el hecho que una persona advenediza en la política que, en su primer intento ganó una elección presidencial, con características muy distintas a los grupos de poder que siempre estuvieron gobernando este país, pueda estar al frente de los destinos del mismo. Sobre todo, no soportan que se haya sido elegido el Presidente justo en el momento que conmemoramos el Bicentenario como nación. Han tenido varios fundamentos aparentemente sólidos, sin embargo, todas ellas, hasta el momento, no les ha salido favorecidos

Es la ambición de poder el que hace actuar a algunos políticos, no es amor a la patria. Hay mucha hipocresía de por medio. Por supuesto que tener el poder no es malo. Lo malo es cómo utilizamos ese poder. Y aquí somos testigos que la clase política, en su gran mayoría quiere el poder para beneficios personales o de grupo.

Así no nos guste este actual gobierno, tampoco se trata de gustos, fue la mayoría la que lo eligió y esa voluntad se debe respetar, eso es la democracia. Para vacar a un presidente existen condiciones estipuladas en la Constitución y las que esgrimen los defensores de la vacancia no se ajustan a esos requisitos. Hasta el momento, según las prueban que presentan, a lo mucho, pueden ser fundamentos, pueden hacer un juicio político al Presidente, pero eso se puede hacer una vez que termine su mandato.

Incapacidad moral es uno de los argumentos que señalan los “vacadores” enquistados en el Congreso de la República. Por un lado, señalan una incapacidad moral del actual gobernante por algunas acciones reprochables, por supuesto, pero, por otro lado, acabamos de ser testigos cómo la Comisión de Ética del Congreso de la República protege a un congresista de la oposición que, golpeó, filmó y publicó en situaciones íntimas a su pareja, según señalan las noticias, en cambio estos “padres de la patria” lo han protegido para que no sea sancionado. Eso es doble moral de algunos los políticos que tienen ansías de obtener el poder político porque con ello saben muy bien que también tendrán el poder económico.

No permitamos que la institucionalidad de los organismos del Estado se vea avasallado por quienes no les gusta tal o cual persona. Somos libres de expresar nuestras opiniones, pero sin fundamentos sólidos estas caerán en saco rato.

*Felipe Llenque Tume es doctor en Administración, pastdecano del Colegio Regional de Licenciados en Administración (Corlad Chimbote), director de la Escuela de Administración en la Uladech Católica, consultor en capacitación y asesoría empresarial a sectores económicos de producción y servicios, y miembro del Directorio de Sedachimbote.

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rsd · LA COLUMNA DEL DÍA | Ansias de poder