Creado el Lunes, 22 de Abril del 2024 10:48:19 am

No queda más que estar alertas ante cualquier situación extraña o sospechosa porque la llamada “fiesta del terror” nos ha demostrado que el crimen y la muerte también llegan en forma de “amigos”, señala el abogado Pablo Rioja Cueva

A fines de marzo, nuestro puerto se vio estremecido con la muerte de Andrés Rodríguez como consecuencia de su asistencia a la “fiesta del terror” a la que fue invitado por uno de sus amigos.

El joven fallecido, concurrió a la reunión con la confianza de ir a un lugar recomendado por una de sus amistades más cercanas, sin saber que estaba camino a una violación seguida de muerte.

La perversión de este crimen ha conmocionado a la sociedad chimbotana, la crueldad y frialdad de los delincuentes es inaudita en jóvenes que podríamos ver en cualquier esquina de la ciudad, bajo la imagen de un estudiante universitario o un joven trabajador.

En un contexto promedio, es lógico confiar en quienes consideramos “amigos”, más aún cuando se trata de jóvenes que naturalmente confían en sus entornos y que ausentes de malicia, creen estar asistiendo a una gran juerga como cualquier otro día y no son consciente que están llegando a la “boca del lobo” en medio de delincuentes que no sólo son degenerados mentales, sino que serían parte de una red criminal internacional dedicada a la pornografía en la “deep web” o el submundo del internet, en el que se comercializa todo tipo de situaciones aberrantes e ilícitas obtenidas desde todos los confines de la humanidad.

Nuevo Chimbote aparentemente no sería un lugar en el que se podría pensar que nuestros hijos están expuestos a los peligros de una organización criminal compuesta por jóvenes veinteañeros, en el que se han distribuido cada uno de los roles para cometer delitos, siendo que bellas jóvenes seducen a incautos jovencitos para luego drogarlos y entregarlos a otro miembros de la orden delictiva para ser violados mientras se encuentran  dopados, al tiempo que son grabados por un tercer grupo que luego entrega los videos a un contacto que los envía al mercado negro internacional a cambio de dinero.

La detención en Bolivia de Liñán Arroyo, presunto líder de la organización criminal y su expulsión al Perú para ser puesto a disposición de las autoridades judiciales de nuestro puerto es el inicio del escenario judicial de un hecho espeluznante. Liñán debería afrontar una sentencia de hasta cadena perpetua y su testimonio podría servir para desbaratar todos los hilos que podría tener la organización delictiva en nuestro puerto y de esa manera evitar otro hecho de consecuencia fatal.

Es momento que, nuestras autoridades actúen con toda la celeridad y severidad necesaria para obtener una sentencia ejemplarizadora que repare en parte el dolor de la familia de Andrés y el perjuicio causado a los agraviados.

Como sociedad debemos insistir e incidir en una sólida formación en valores, principalmente en el respeto a la vida y al prójimo, se debe hacer comprender a nuestra juventud que el éxito en la vida no está ligado a “lo fácil”, ni a aquellos cuentos de historias de éxito rápido que se repiten a raudales en los reels de las redes sociales-

El éxito sano, plausible y respetable es el resultado de la constancia en el estudio y el esmero en el trabajo, que nos llevan a ser mejores cada día, mientras eso llega, no queda más que estar alertas ante cualquier situación extraña o sospechosa porque la llamada “fiesta del terror” nos ha demostrado que el crimen y la muerte también llegan en forma de “amigos”.

* Pablo Rioja Cueva es abogado especialista en derecho constitucional y administrativo, árbitro en contrataciones con el Estado y laboral. Tiene amplia experiencia en gestión pública y docencia universitaria. Fue regidor en la Municipalidad Provincial del Santa.