LA COLUMNA DEL DÍA | 2021: más de lo mismo
Creado el Lunes, 27 de Diciembre del 2021 09:20:53 am

Muchas veces he escuchado decir a modo de queja, que el problema es “que se aplican muchos cambios, para que al final, en el fondo nunca cambie nada”, y la verdad que nunca había encontrado mayor sentido a dicha frase hasta que llegó este 2021 y observo con preocupación que luego de un profundo cambio de timón a nivel político, al final todo parece terminar siendo igual en las altas esferas del poder.
El año empezó con el aumento de los casos covid, que rápidamente se convirtió en la segunda ola y todo febrero volvimos a estar encerrados en cuarentena, sin darnos cuenta ya era abril y votamos escogiendo en primera vuelta a Pedro Castillo y Keiko Fujimori, probablemente los candidatos menos indicados para el bien del país.
En junio fue la polarizada segunda vuelta, en un país que empezaba a sentir los estragos económicos de la pandemia, por ello; no fue sorpresivo que un profesor de escuela rural venciera a la hija de Alberto Fujimori, utilizando el maniqueísmo de provinciano versus limeño, pobre versus rico e izquierda versus derecha.
La entrega de credenciales fue sobre la hora y el 28 de julio, el profesor Castillo nos anunciaba el término de 200 años de abusos contra el oprimido, para ello; estrenaba sombrero español y liquiliqui veneco como atuendos presidenciales, nos decía que Palacio de Gobierno pasaba a convertirse en un museo pues despacharía desde una humilde oficina en Breña, y que lucharía frontalmente contra la corrupción, pues era la causa de todos los males de nuestro Perú.
Han pasado cinco meses desde que el hombre que se presentaba a sí mismo como el cambio real que el país necesitaba y dijo frases tan potentes como “no más pobres en un país rico” para convencernos de los cambios estructurales que decía promover, o también “palabra de maestro” como garantía de compromiso en cada uno de sus ofrecimientos, con su accionar ha conseguido devaluarlas y convertirlas en simples frases cliché.
El presidente Pedro Castillo rápidamente nos hizo entender por qué no quería estar en Palacio de Gobierno, pues era más fácil recibir vistas impropias en el pasaje Sarratea de Breña y reunirse a sus anchas con prontuariados delincuentes o conocidas lobistas, también entendimos que prefería utilizar la sede presidencial para organizar una fastuosa fiesta infantil pagada por Karelim López o para que su hombre de confianza guarde dinero contante y sonante, en moneda nacional y extranjera en alguno de los baños de dicho palacio, pues al fin y al cabo, si algo sale mal, para eso es el presidente del Perú y no dudará en utilizar su poder para cerrarle la puerta a los fiscales que intentan investigarlo, y vaya coincidencia, ahora esos fiscales son investigados por la fiscalía, precisamente por intentar investigar al presidente.
Pedro Castillo ha caído en los mismos vicios que sus antecesores y su gobierno es un mal remedo de los anteriores en cuanto a corrupción, a veces pareciera ser que, en lugar de decir déjenme trabajar, estaría a punto de decir, déjenme robar, y lo peor; es que lo hace con la venia de algunos “periodistas-líderes de opinión” como los que fueron a visitarlo, la semana pasada.
A pesar de nuestros políticos, espero un futuro mejor. Que el Señor derrame muchas bendiciones y prosperidad en su vida y que el 2022 sea mejor para todos.
*Pablo Rioja Cueva es abogado especialista en derecho constitucional y administrativo, árbitro en contrataciones con el Estado y laboral. Tiene amplia experiencia en gestión pública y docencia universitaria. Fue regidor en la Municipalidad Provincial del Santa.
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