Mientras se investigan causas de la tragedia en Huarmey, hablan dos sobrevivientes
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:29:55 pm
, cuando intentaban regresar a sus hogares tras participar en una convención del Movimiento Misionero Mundial en Lima.Ambas comparten, además de la pena por la trágica muerte de los 16 hermanos de su congregación, una habitación en el área de Cirugía del Hospital Regional de Nuevo Chimbote, y la certeza de que el bus de la empresa “Murga Serrano” iba a excesiva velocidad.
Ruth iba en el asiento N° 31 y junto a ella su hermana de 13 años de edad, ambas se salvaron de milagro. Del accidente, la adolescente e integrante de la banda de música de su delegación cristiana, solo recuerda que despertó en brazos de un policía quien la ponía sobre una camilla, y al observar el panorama pensó que se trataba de una pesadilla.
“Al comienzo sentí que el carro iba demasiado rápido, luego me quedé dormida y después de ello solo recuerdo que un policía me cargaba y me colocaba sobre una camilla. Cuando vi a mi alrededor pensé que era una pesadilla”, expresó acongojada.
Por su parte, Angélica, secretaria en la institución educativa “Internacional Elim” de Chiclayo, asegura haber presentido el fatídico desenlace de su viaje al oír un grito desde el fondo de su corazón, segundos antes del primer impacto contra el tráiler.
“Sentí que el carro se ladeaba hasta que terminó inclinado hacia el lado donde yo iba. Lo único que le dije al Señor es que preparara mi corazón y que me de fuerzas porque si era la hora de partir, yo aceptaba su decisión porque nadie tiene la vida comprada”, dijo.
Pese a lo violento que fue el accidente por el choque de las cuatro unidades vehiculares, Ruth y Angélica, han sufrido policontusiones y raspones que con el tiempo y medicamentos podrán subsanar, pero la herida de las pérdidas humanas, del dolor de ver a sus hermanos regados y sin vida en medio de la pista, seccionados y hasta irreconocibles será difícil de superar. (PB – RSD Noticias).