LA COLUMNA DEL DÍA. Errores habituales en un negocio
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:32:33 pm
No tener en cuenta algunos gastos iniciales: al iniciar un negocio, por más que tengas algunos ahorros, es importante que cuentes con un capital de trabajo para poder solventar algunos gastos iniciales como por ejemplo: gastos para la decoración del local, gastos para la mejora de la infraestructura, gastos para la movilidad de los dueños o colaboradores. Recuerda que, los primeros días, aún no conocen el negocio y, por lo tanto, las ventas pueden ser muy bajas.
No te confíes exclusivamente de las ventas: debes hacer una previsión de, por lo menos seis meses, considerando dentro de tu plan de negocios, situaciones positivas y negativas de lo que pueda acontecer. Recuerda que los primeros meses tienes que realizar gastos fijos, pagos de sueldos, alquiler, impuestos, servicios de agua, luz, internet, etc.
No adaptarse al público objetivo: tú puedes tener tus propios gustos o preferencias, sin embargo, lo que manda son los gustos o necesidades de tu mercado objetivo. Si tú no los tienes en cuenta, tenlo por seguro que te quedarás con la mercadería que según tú, eran de preferencia de tus clientes.
No consideres el dicho “siempre se ha hecho así”: hay que diferenciarse de los demás otorgando al mercado un valor agregado. Los tiempos cambian. Lo que era bueno antes, no lo puede ser ahora. Los gustos y preferencias van cambiando de acuerdo a la época.
No pretendas hacerlo todo: muchas veces, por ahorrar dinero en pagar una persona, el empresario(a) hace las cosas solo. Si bien es cierto, al inicio uno puede hacer las cosas solo como por ejemplo: hacer gestiones en el banco, en la sunat, en la municipalidad, etc. Sin embargo, al pasar el tiempo, hay necesidad de contar con el apoyo de cierto personal. Usted, tiene que dedicarse a realizar otros asuntos, como por ejemplo: innovar nuevos productos o servicios, cómo enfrentar a la competencia, etc.
Tener un empleado fiel, pero inepto: el comercio tradicional tiende a contratar al personal exclusivamente en función de la confianza, y ha de tener en cuenta la preparación. No hay que olvidar que el gran valor del pequeño negocio es el trato a los clientes. Debes tener muy en cuenta la motivación y la adecuación del personal al trabajo. Los empleados han de conocer el negocio y tener aptitud y actitud. Es importante invertir en esta partida, tanto en su selección, como en su sueldo y formación. Que tengan don de gentes, que sean amables, que ofrezcan siempre una sonrisa, que sean honestos y profesionales.
Tener un solo proveedor: no dependas de un solo proveedor. Al menos que éste tenga lo suficiente como satisfacer tus necesidades. Sin embargo, es bueno tener varias alternativas considerando las condiciones económicas que te ofrecen y de la calidad del producto, su solvencia y el plazo de entrega.
No hacer publicidad: muchos empresarios creen que los clientes llegarán solos a su negocio. Si usted no “cacarea”, como hacen las gallinas cuando ponen un huevo, sus clientes no sabrán que existe un negocio. Hay que emplear los medios suficientes para hacer conocido su empresa.
*Felipe Llenque Tume
Pastdecano del Colegio de Licenciados en Administración (CORLAD Chimbote).
Ilustración: internet
Las opiniones contenidas en los artículos publicados en la sección “LA COLUMNA DEL DÍA” son de estricta responsabilidad de sus autores.