El hombre orquesta de Chimbote: Daniel Cortez Belupú
Creado el Miércoles, 6 de Diciembre del 2023 11:58:56 pm
A sus 76 años, Santos Dionisio Cortez Belupú, o Daniel Cortez, para los amigos, es un connotado músico de Chimbote, ciudad costera de Áncash, donde ha dejado un legado imborrable. Fundador de los Rumbaney, la legendaria orquesta de los años 70, este talentoso compositor y multiinstrumentista, Patrimonio Cultural Vivo de Áncash, cosecha una exitosa carrera de muchísimos años.
Hoy, miércoles 6 de diciembre, día en que Chimbote festeja sus 117 años de creación distrital, repasamos algunos pasajes de la trayectoria de este artista nato que nació no con un pan bajo el brazo, sino con una trompeta.
Y es que en su natal Sechura, donde nació en octubre de 1947, desde muy temprana edad Daniel sintió una fuerte vocación hacia la música. “En mi tierra, Sechura, o eres pescador o eres músico, y yo opté por lo segundo”, comenta entre risas. A los 5 años comenzó a tocar en los coros de la iglesia y a acompañar a otros músicos, lo que se convirtió en su pasión de vida.
Llegó a Chimbote en 1960, siendo apenas un adolescente. Y fue en este puerto donde con los años volcó todo su talento. Una de las cualidades más destacadas de Daniel es su habilidad para tocar diferentes instrumentos. A lo largo de su carrera, ha dominado la percusión, la flauta, la quena, la guitarra, el saxo, el trombón y, por supuesto, su instrumento predilecto, la trompeta. Su versatilidad instrumental le ha permitido destacar en diversos géneros musicales.
Pero no solo es un talentoso intérprete, también es un prolífico compositor y arreglista. “Primero hacemos la letra, que tenga sentido, después le pongo la melodía”, explica Daniel. Su lista de composiciones es extensa, con alrededor de 83 canciones en diferentes géneros como salsa, cumbia, bolero, balada e incluso pasillo. “Yo soy el socio 973 de la Apdayc y tengo muchas canciones grabadas con Agua Marina, Armonía 10, Grupo 5, Los Pasteles Verdes, Rumbaney”, afirma orgulloso, en diálogo telefónico con RSD.
Sin embargo, de todas sus creaciones, hay una que él mismo resalta por encima de las demás: “A Chimbote”. Esta canción se ha convertido en un himno musical para la ciudad y ha trascendido fronteras. Daniel recuerda el momento en que la compuso con gran emoción: “Era mayo de 1971, un fin de semana lleno de emociones para Chimbote. Ganamos un festival de salsa en Lima con los Rumbaney, la selección de vóley se coronó campeona y el José Gálvez clasificó al fútbol profesional. En ese momento, en un papel de despacho, escribí las primeras líneas: ‘A Chimbote tierra bella, hoy te canto para ti’. La melodía llegó después, mientras tarareaba la letra”.
El legado de Daniel no solo se queda en su música, sino que trasciende a través de su familia. Sus cuatro hijos le dieron diez nietos que han seguido sus pasos en el ámbito musical y han formado “La Gran Familia II”, una orquesta que continúa con la tradición familiar. Daniel se siente orgulloso de su descendencia y comenta emocionado: “La música nos une y nos mantiene unidos como familia”.
Con 53 años de matrimonio a sus espaldas y un legado musical incalculable, Daniel Cortez Belupú es un referente en la música chimbotana. Su talento innato y su pasión desbordante hacen de él un verdadero Patrimonio Cultural Vivo de Áncash, título que le fuera concedido en 2012 por la Dirección Regional de Cultura.
Y así, entre melodías y recuerdos, Daniel Cortez Belupú continúa su legado musical, demostrando que la música es más que notas y acordes, es una forma de vida. “Tengo cuerda para rato”, sentencia. (W.C. – RSD Noticias).
Foto: Facebook Gradys Ynés Ortega Cadenillas