EDITORIAL SODOMCO. La familia y la natividad de la virgen María
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:32:43 pm
En 1982 el entonces presidente de la República, Fernando Belaunde Terry, promulgó la ley que instituye el Día de la Familia, indicando su finalidad: exaltar el significado de la familia y estimular su existencia, como valorar los roles de sus miembros.
Que duda cabe de la importancia de celebrar y reflexionar sobre la familia. Nuestra misma iglesia reunirá una gran asamblea de obispos del 4 al 25 de octubre de este año, para reflexionar sobre la vocación y la misión de la familia en la iglesia y el mundo contemporáneo.
La necesidad y urgencia de pensar y repensar la temática familiar y matrimonial, ya en lo civil, ya en lo eclesial descansa descansa en el rol fundamental que se le atribuye, como en la necesidad de responder a las nuevas parejas y configuraciones familiares que pugnan por protección y reconocimiento civil, canónico y pastoral.
Lo que se considera esencial a la familia ha sido reconocido ha sido reconocida en el preámbulo de la constitución política de 1979 y la de 1993. La familia es la célula básica de la sociedad y el ámbito natural de la educación y es la institución natural y fundamental de la sociedad, por lo que el Estado le compete proteger a la familia y promover el matrimonio.
En lo que respecta a los nuevos desafíos familiares, nuestros legisladores han sido capaces de actualizar las leyes reconociendo a los convivientes. Así en la constitución del 79 la familia se fundaba solo en matrimonio civil y permanente de una pareja heterosexual y monógama, y en los vínculos de sangre con sus hijos, pero en el 93 la familia se origina también en la convivencia de hecho. Todo un gran avance.
Pero ahora en estos últimos tiempos asistimos a nueva realidad familiar y de pareja que pugna por el reconocimiento civil: las uniones y familias homosexuales. Sus aspiraciones legales hasta el momento han sido rechazadas en el Perú, pero a nivel internacional ocurre lo contrario. Ya en 1993 las Naciones Unidas a la par que establecida el 15 de mayo como el Día Internacional de las Familias, volvía a reconocer la existencia de diversos conceptos de familias acordes a los diferentes sistemas, sociales, culturales y políticos.
A diferencia de esto, en el ámbito de la iglesia Católica en este octubre próximo no se espera mayores cambios, la próxima asamblea de obispos mantendría y promovería el único modelo de familia y matrimonio reconocidos: heterosexual, monógamo, permanente y procreador de vida.
Pero donde si se espera grandes cambios es en el trato pastoral a los divorciados y vueltos a casar, a los convivientes, las parejas y familias gays, excluidos tradicionalmente de la eucaristía y otros sacramentos.
En esta línea se entiende la visión de la iglesia como hospital de campaña que tiene el papa Francisco o la frase de él: si una persona homosexual tiene buena voluntad y busca a Dios yo no soy quién para juzgarla. Él mismo ha bautizado a una niña de una pareja casada solo por lo civil y no ha censurado el de una niña bautizada, hija de lesbianas, realizado por el arzobispo de Córdova – Argentina el año pasado.
Muchas de estas actitudes causan desconcierto entre católicos y no pocos cristianos, pero a otros causan esperanza y alegría, sobre todo a los alejados de la iglesia. Será que ahora estamos ante una iglesia más madre que maestra. Una iglesia con frescor evangélico que practica la misericordia, comprende y acompaña, antes que condena y excluye ateniéndose exclusivamente a normas y procedimientos canónicos.
Que la virgen María, cuyo natalicio celebramos este 8 de setiembre, nos enseñe a acoger en nuestras vidas y comunidades, en nuestras familias y en nuestra sociedad a la fuente de todas las gracias: Cristo que nos libera y conduce a la vida y verdad plena.
Fray Juan Anguerre Preciado O.P
Párroco de la Iglesia San Pedro de Chimbote
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