EDITORIAL SODOMCO. Día del Maestro
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:32:30 pm
Siempre se ha hablado que para construir una gran sociedad se requieren de tres principios o claves: primero es educación, segundo es educación, tercero es educación. Apostar por esta educación no solo es para el trabajo sino para la vida.
La educación es la que te da la semilla para formar una sociedad en el alto sentido de la palabra. La educación es como la semilla que muere y da fruto a corto y largo plazo.
¿Por qué educación? Es impulsar, estimular, guiar y excitar las potencialidades del sujeto que aprende para que él, al estimular su inteligencia, interprete el mundo actué y se realice en beneficio propio y de todos los que lo rodean. Cuya realización personal es una respuesta que viene del compromiso personal y comunitario para lograr el cambio de la nueva sociedad.
Todos transitamos por el camino de la vida buscando la verdad como principio y fin de todo conocimiento y todo esto debe estar orientado en la verdad y en la caridad.
El maestro camina sembrando, levantando, animando, poniendo lo mejor de sí para que muchas personas logren avanzar con su propio andar ya que su tarea como maestro dentro de la axiología dominicana es buscar, impartir, fomentar, cultivar los valores que están ligados en dimensión humana y cristiana siguiendo el modelo de vida de los santos dominicanos y los ejemplos de los hombres de bien.
El alumno cimentado en los pilares de los valores de la trascendencia, autonomía, responsabilidad, justicia deberá ser capaz de actuar como un líder en la libertad y para la libertad. El maestro en su misión está formado para ser educador de aprender y enseñar. La frase “nuestro maestro” se dedica únicamente a personas que nos cambian la vida con sus enseñanzas, con su ejemplo, con sus consejos el maestro es la luz que ilumina el camino del progreso y el desarrollo de los pueblos que son su vocación, dedicación, trabajo, persistencia, no solo orienta la construcción de aprendizajes con la calidad y pertinencia requerida por los profesionales del futuro sino que también comparten formación ética, moral, solida gestores y promotores de defender la lealtad conscientes en la responsabilidad y justicia en su trabajo dispuestos al cambio, al perfeccionamiento y a la renovación que conllevan a formar seres humanos capaces de transformar la conciencia colectiva de cualquier sociedad.
A todos los maestros del mundo y a los maestros dominicanos que ven en nosotros un fértil campo, cada elección suya es como una semilla sembrada presta a germinar. A ustedes queridos y estimados maestros que son herederos de la tradición y de la sabiduría de los amautas les tributamos con cariño nuestro homenaje como prueba y testimonio a su alta calidad humana y preparación pedagógica, tarea de educadores que muchas veces guían nuestras indecisiones y flaquezas humanas y convencidos de que la verdad no puede jamás contradecirse a sí misma como afirmó Santo Tomás de Aquino que “muchas veces de cualquier parte que venga la verdad, procede siempre del espíritu Santo”.
Estamos involucrados en la búsqueda de la verdad, en la predicación y en el estudio a partir de nuestro compromiso como educadores cristianos deseamos responder a este llamado y cultivar la búsqueda humana de la verdad.
¡Feliz día Maestro!
P. Jorge Eduardo Coronado Arce
Escuche la versión radial: {audio}editorialsodomcojulio6.mp3{/audio}
Foto: internet