BIODIVERSIDAD EN RIESGO | Denuncian introducción de perros en Isla Blanca de Chimbote
Creado el Jueves, 26 de Diciembre del 2024 09:47:42 am
La empresa concesionaria de la paradisiaca playa Las Conchuelas, la más hermosa de la Isla Blanca, en la bahía de Chimbote, ha introducido perros en la zona, lo que representa un grave riesgo para la biodiversidad de todo el ecosistema de la zona, alertó el biólogo Rómulo Loayza Aguilar, investigador de la Universidad Nacional del Santa (UNS).
En un artículo publicado en su página de Facebook, advirtió sobre los impactos negativos que esta acción podría tener sobre las especies que habitan la isla, especialmente las aves, ya que los perros son depredadores implacables. Según el investigador, los perros atacan huevos, pichones y adultos durante los períodos de reproducción, cuando las aves son más vulnerables, lo que amenaza la integridad de la fauna local.
La Isla Blanca, originada por erupciones volcánicas hace más de 200 millones de años, se caracteriza por su biodiversidad excepcional, especialmente en sus costas rocosas, que albergan una gran variedad de aves marinas. La pequeña playa Las Conchuelas, considerada la más hermosa de las 13 playas de la isla, es un punto turístico que atrae a visitantes debido a su entorno virgen y tranquilo, con paisajes que inspiran el espíritu y elevan el sentido estético. Sin embargo, el investigador de la UNS criticó la gestión de los servicios recreacionales y turísticos en la isla, especialmente en la playa Las Conchuelas.
“Una estrategia sesgada en términos absolutos hacia la rentabilidad económica, dejando de tener en cuenta la conservación de la naturalidad y singularidad, apostando por un servicio masivo y brutal”, cuestionó. Loayza Aguilar se refirió al otorgamiento de la concesión por 30 años a una empresa privada, que ha alterado el paisaje original de la playa con la construcción de pisos de cemento, un muelle metálico y ranchos que expenden comida, bebida y licor, lo que pone en riesgo la singularidad del paisaje y la conservación de la isla.
Perros en la Isla Blanca: ¿por qué es un riesgo?
Además, la situación se agrava con la introducción de los perros, lo que no solo afecta la fauna de la isla, sino también el hábitat de especies como el pingüino de Humboldt, que recientemente ha comenzado a colonizar la isla y las islas cercanas. Esta especie está declarada en peligro de extinción, lo que hace aún más urgente la protección del ecosistema.
El biólogo citó ejemplos de otras islas donde la introducción de animales invasores ha tenido efectos devastadores. “En el humedal de Villa María, la introducción de perros llevó a la desaparición de una especie de zorro costeño”, recordó, y también mencionó el caso de las Islas Galápagos, donde las cabras, al ser introducidas, acabaron con la vegetación, poniendo en peligro especies endémicas.
“En las islas de la bahía El Ferrol no pueden existir perros, gatos ni ratas”, enfatizó Loayza Aguilar, advirtiendo que las autoridades deben rectificar sus decisiones para evitar que la isla pierda su valor ecológico. El investigador hizo un llamado a las autoridades locales y competentes para que actúen con urgencia y tomen medidas para recuperar la naturalidad y singularidad de la isla. De lo contrario, señaló, las generaciones futuras perderían la oportunidad de disfrutar de este recurso natural único y valioso.
Necesidad de preservar el ecosistema
La Marina de Guerra del Perú, a través de la Dirección General de Capitanías y Guardacostas, otorgó el derecho de uso de un área acuática de 456,205 m² de la playa Las Conchuelas, por un plazo de 30 años renovables, a la empresa Servicios Marítimos y Turísticos del Perú S.A.C., que quedó autorizada para instalar un muelle recreativo exclusivo para embarcaciones de pasajeros, una pasarela y dos malocas. No obstante, en su momento el colectivo Chimbote de pie puso en evidencia que la empresa incurrió en “una flagrante violación de los términos establecidos, haciendo caso omiso a sanciones por incumplimiento y expandiendo su invasión a áreas no autorizadas”.
“La sociedad civil ha sabido reaccionar antes este atentado, pero a la fecha ni el gobierno local exige, ni las autoridades que han autorizado erróneamente la concesión, rectifican su actuación ordenando el desalojo y la recuperación del paisaje”, lamentó Loayza Aguilar.
El biólogo concluyó que, al preservar el ecosistema de la Isla Blanca, se podría asegurar un modelo de ecoturismo sostenible que beneficiaría a la economía local y garantizaría la conservación del patrimonio natural para las generaciones venideras.
(W.C. – RSD Noticias).