Adiós, Gustavo Gutiérrez, precursor de la Teología de la Liberación en Chimbote
Creado el Miércoles, 23 de Octubre del 2024 02:16:07 am | Modificado el 23/10/2024 05:36:06 am
Este martes 22 de octubre, a los 96 años, falleció el teólogo y sacerdote dominico Gustavo Gutiérrez, conocido como el fundador de la Teología de la Liberación. Gutiérrez postuló por primera vez esta corriente teológica en Chimbote en 1968, reclamando un mayor compromiso social por el cristianismo, en sintonía con el Concilio Vaticano y la Conferencia de Medellín.
La Provincia Dominicana San Juan Bautista del Perú anunció su deceso con el siguiente mensaje: “Con profundo pesar, lamentamos esta noticia. Sus restos serán velados en la Sala capitular de nuestro Convento Santo Domingo de Lima”.
El Instituto Bartolomé de Las Casas, fundado por Gutiérrez, declaró: “Damos gracias a Dios por su vida y su amistad. Su obra y trabajo en favor de los pobres y los más descartados de la sociedad seguirá iluminando el camino de la Iglesia por un mundo más justo y fraterno. ¡Gracias, Gustavo!”.
Reconocido como uno de los intelectuales más influyentes en el pensamiento teológico y social de América Latina, Gutiérrez dejó un legado en la lucha por los derechos humanos y la justicia social. Su obra más emblemática, “Teología de la Liberación: Perspectivas” (1971), revolucionó la teología tradicional al proponer una fe comprometida con la justicia social y poner a los pobres y excluidos en el centro de la reflexión teológica.
Nacido en Lima el 8 de junio de 1928, Gustavo Gutiérrez Merino promovió una visión de la fe cristiana que exigía un compromiso activo con la transformación de la realidad social. “La pobreza es un hecho cruel, una injusticia, no es fruto del destino, ni mucho menos de la voluntad de Dios”, afirmó. También sostuvo que “la pobreza es para la Biblia un estado escandaloso que atenta contra la dignidad humana y, por consiguiente, contrario a la voluntad de Dios”.
Formado en la Pontificia Universidad Católica del Perú y en universidades de Europa, desarrolló una sólida base intelectual que le valió un reconocimiento internacional. En 1993, recibió el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, y fue galardonado con más de 30 doctorados honoris causa por universidades e instituciones de todo el mundo.
A lo largo de su vida, Gutiérrez defendió su visión a pesar de las críticas de sectores conservadores de la Iglesia Católica. La Teología de la Liberación generó divisiones en la institución religiosa, pero su mensaje se mantuvo firme, especialmente en comunidades oprimidas de América Latina. En 2018, el Papa Francisco le envió una carta por su 90 cumpleaños, en la que agradeció su servicio teológico y su opción preferencial por los pobres y los descartados de la sociedad.
Víctor Mendoza Barrantes, director de la Comisión de Justicia Social de la Diócesis de Chimbote, expresó: “Ha partido nuestro gran Gustavo Gutiérrez, sacerdote inspirador de la Teología de la Liberación que ayudó a compartir nuestra fe en favor de los pobres y descartados de la sociedad. Se va uno de los mejores pensadores humanistas del Perú contemporáneo. ¡Gracias por todo y por tanto!”.
El sacerdote dominico Eduardo Pimentel Carranza recordó: “Una vez el padre Gustavo Gutiérrez dijo: ‘Para todos los que son fanáticos de una teología, no se es fanático de ella sino de Dios’. También, en una conversación personal, me dijo que no era su intención que algunos tergiversaran las cosas de la Teología de la Liberación. Quienes lo conocimos, vimos al hombre intelectual, pero sencillo”.
Gustavo Gutiérrez será recordado por su influencia en la teología y su compromiso con la justicia social y los derechos de los más necesitados. (W.C. – RSD Noticias).