Sabías que?
Creado el Lunes, 22 de Agosto del 2016 01:04:28 am
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL
AMORIS LÆTITIA DEL SANTO PADRE FRANCISCO
134. Todo esto se realiza en un camino de per- manente crecimiento. Esta forma tan particular de amor que es el matrimonio, está llamada a una constante maduración, porque hay que aplicarle siempre aquello que santo Tomás de Aquino decía de la caridad: « La caridad, en razón de su naturaleza, no tiene límite de aumento, ya que es una participación de la infinita caridad, que es el Espíritu Santo […] Tampoco por parte del sujeto se le puede prefijar un límite, porque al crecer la caridad, sobrecrece también la capacidad para un aumento superior ».135 San Pablo exhortaba con fuerza: « Que el Señor os haga progresar y sobreabundar en el amor de unos con otros » (1 Ts 3,12); y añade: « En cuanto al amor mutuo […] os exhortamos, hermanos, a que sigáis progresando más y más » (1 Ts 4,9-10). Más y más. El amor matrimonial no se cuida ante todo hablando de la indisolubilidad como una obligación, o repitiendo una doctrina, sino afianzándolo gracias a un crecimiento constante bajo el impulso de la gracia. El amor que no crece comienza a correr riesgos, y sólo podemos crecer respondiendo a la gracia divina con más actos de amor, con actos de cariño más frecuentes, más intensos, más ge- nerosos, más tiernos, más alegres. El marido y la mujer « experimentando el sentido de su unidad y lográndola más plenamente cada día ».136 El don del amor divino que se derrama en los esposos es al mismo tiempo un llamado a un constante desarrollo de ese regalo de la gracia.