Papa Francisco: “Necesitamos ser limpiados de nuestras falsas seguridades”
Creado el Domingo, 7 de Marzo del 2021 05:46:01 pm | Modificado el 02/08/2024 10:53:51 am
Desde Iraq, el papa Francisco alentó en este tercer domingo de Cuaresma a limpiar el corazón de las falsas seguridades como la hipocresía, el poder o el dinero.
“El corazón se limpia, se ordena, se purifica. ¿De qué? De las falsedades que lo ensucian, de la doblez de la hipocresía; todos las tenemos, todos. Son enfermedades que lastiman el corazón, que enturbian la vida, la hacen doble”, expresó el sucesor de Pedro en la homilía de la misa que celebró hoy en el estadio de Francis Harari en Erbil, en medio de diez mil asistentes.
“Necesitamos ser limpiados de nuestras falsas seguridades, que regatean la fe en Dios con cosas que pasan, con las conveniencias del momento. Necesitamos eliminar de nuestro corazón y de la lglesia las nefastas sugestiones del poder y del dinero”, agregó el pontífice en el tercer día de su viaje apostólico.
Sobre el Evangelio de este domingo en el que Jesús expulsa a los mercaderes del templo, el santo padre dijo que “Jesús hizo ese gesto tan fuerte y tan provocador” porque “el padre lo mandó a purificar el templo, no solo el templo de piedra, sino sobre todo el de nuestro corazón”.
“Pero, ¿cómo purificar el corazón? Solos no somos capaces, necesitamos a Jesús. Él tiene el poder de vencer nuestros males, de curar nuestras enfermedades, de restaurar el templo de nuestro corazón”, manifestó.
Finalmente, Francisco dijo que “el Señor quiere que nos salvemos y que seamos templos vivos de su amor, en la fraternidad, en el servicio y en la misericordia”.
“Dios no nos deja morir en nuestro pecado. Incluso cuando le damos la espalda, no nos abandona a nuestra propia suerte. Nos busca, nos sigue, para llamarnos al arrepentimiento y para purificarnos”, afirmó.
Última jornada en Iraq
En su tercer día de visita en Iraq, el santo padre miró de frente la destrucción causada por el terrorismo y oró por las víctimas de la violencia, pero también exhortó fuertemente a la esperanza.
Durante la mañana, Francisco estuvo en la histórica ciudad de Mosul, escenario de sangrientos atentados que derrumbaron el patrimonio religioso y cultural, asesinaron a miles de personas y obligaron a huir todavía a muchas más. Por eso el papa elevó sus plegarias a Dios, insistiendo en que en su nombre no se puede matar al hermano.
Después se trasladó hasta la ciudad de Qaraqosh, la única con población mayoritariamente cristiana en el país de Medio Oriente. En la recién reconstruida Catedral de la Inmaculada Concepción se encontró con la comunidad local y oró junto a ella el Ángelus.
Después de presidir la misa en el estadio Franso Hariri, Francisco volvió a Bagdad, desde donde mañana partirá de regreso a Roma. (L.U. – RSD Noticias).
Foto: El País.