Informe de la semana: La fe, un camino cotidiano
Creado el Viernes, 10 de Agosto del 2018 09:16:33 am
La vida de Jesús de Nazaret transcurre sin mayores sobresaltos en las regiones de Galilea y Judea, en medio de personas comunes, con trabajos ordinarios, con obligaciones, risas y tristezas de todos los días. De pronto, ese Jesús que habían visto crecer levanta su voz y dice: «Yo soy el pan bajado del cielo». Los cuestionamientos empiezan y las críticas se endurecen.
“El que cree tiene vida eterna”, enfatiza Jesús. ¿Pero qué es creer? No es otra cosa que vivir la fe en lo cotidiano, siendo parte de la vida en comunidad, abriendo los ojos a esa realidad que, a veces, absorbe e indigna, pero que invita a ser parte de esa solución que se reclama a voz en cuello. Los milagros son respuestas a la fe manifiesta en situaciones ordinarias.
Jesús no solo alimenta con pan y peces a la masa humana que lo sigue, sino que les presenta la resurrección a través de su propia vida. Pero sus compatriotas no logran entender el mensaje y lo critican. “Hace falta fe para reconocer a Jesús vivo”, expresa el sacerdote Ruly Burgos Fernández.
La fe es personal, pero actúa en comunidad, cuando somos capaces de ver a Jesús en lo ordinario de nuestras vidas. Los judíos no lo reconocieron porque cerraron sus ojos al encuentro que propuso Jesús. Dios actúa en libertad, esa misma libertad del que gozamos para responder a su llamado. Jesús es el pan de vida que fluye a través de nuestras experiencias diarias y cotidianas.
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