Informe de la semana: Carne de su carne, sangre de su sangre
Creado el Jueves, 16 de Agosto del 2018 10:36:29 am | Modificado el 11/10/2021 04:39:40 pm
Los judíos se preguntaban: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?», cuando Jesús hablaba del sacrificio de su vida para establecer una Nueva Alianza con el mundo, con aquellos que pudieran beber de su copa; la muerte. La metáfora usada por el Mesías no era entendida en su tiempo, tanto que los primeros cristianos fueron acusados de comer carne humana.
¿Por qué resultaba escandalosa la invitación de Jesús de comer su cuerpo y beber su sangre? Para los judíos más que materia física, la carne y la sangre representan la esencia de la vida misma, sagrada. En ese sentido, Jesús nos pide participar de su vida “viviendo como él”, explica el sacerdote Jaume Benaloy Marco.
En la última cena, Jesús instituye la Eucaristía, una costumbre que se repite hasta hoy y que consiste en compartir el pan, símbolo de su carne, y el vino, la sangre derramada en la cruz. Esta práctica compromete a los cristianos a vivir como Cristo, a vivir sirviendo como él mismo lo hizo.
Participar de la Eucaristía es participar de la vida de Jesús, nos une a él íntimamente, pero también nos compromete a ser testimonio de Cristo en la tierra. Solo el estilo de vida que llevamos certifica si hemos reconocido a Jesús como pan de vida.
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