EDITORIAL RSD | Distanciamiento físico y uso de mascarilla, caballeros nomás
Creado el Domingo, 18 de Julio del 2021 07:35:38 pm
Un total de 361 mil personas han sido vacunadas hasta el día de hoy en Áncash, de las cuales 227 mil han recibido su primera dosis, y 133 mil, las dos, según consta en el Repositorio Único Nacional de Información en Salud (Reunis). El avance regional es significativo, pero lento; falta mucho todavía. Un ejemplo: la vacunatón desarrollada en Chimbote en las últimas 24 horas permitió vacunar a unas 6 mil personas, pero la meta era 12 mil, según había dicho el director regional de salud antes de la jornada.
A nivel nacional sucede lo mismo: hasta el día de hoy se ha vacunado a 10 millones 662 mil personas, de las cuales 6 millones 696 mil han recibido una dosis, en tanto que 3 millones 966 mil, el esquema completo. Estamos en el último lugar de Latinoamérica. Según el sitio web Our world in data, hasta el 17 de julio solo el 11% contaba con dos dosis, mientras que Chile llega al 61 % y Uruguay al 59 %.
En Lima y otras regiones ya se ha comenzado a vacunar al grupo de 40 años en adelante. En Áncash todavía se continúa vacunando al grupo de 50.
Se espera una “tercera ola” entre agosto y setiembre. Hace un par de días el ministro de Salud, Oscar Ugarte, dijo que el Perú está en mejores condiciones para enfrentar una “tercera ola” porque se cuenta con más camas UCI y plantas de oxígeno medicinal. Eso, sin embargo, no es garantía de nada, por tanto se debe aprovechar el “silencio epidemiológico” –traducido en el marcado descenso de casos nuevos y muertes– para acelerar el proceso de vacunación.
Ya lo ha dicho esta semana la directora de la Organización Panamericana de la Salud, Carissa Etienne: “Vacúnense tan pronto como sea posible”. Y no hay que esperar un tipo específico de vacuna. Todas –sí, todas– sirven.
Adicionalmente, no se pueden relajar las medidas de salud pública que buscan evitar la propagación del coronavirus. Como se dice en el argot popular, caballeros nomás, guste o no, se debe continuar usando mascarillas, mantener la distancia social, ventilar los espacios cerrados, evitar las multitudes, lavarse las manos con agua y jabón y vacunarse con las dos dosis tan pronto como sea posible, amén de las restricciones impuestas en el contexto de la presente emergencia sanitaria. No queda otra.
La experiencia de países “desarrollados” que relajaron sus medidas sanitarias debería servirle al Perú para evitar que una “tercera ola” cause más daño que la segunda. Mirémonos en el espejo de esos países y aprendamos la lección.
Israel, por ejemplo, que ha logrado vacunar con dos dosis a casi el 60 % de su población, en abril pasado había decidido dejar de usar mascarillas en espacios públicos, y hoy registra un peligroso rebrote de contagios y muertes por covid-19 que no veía desde hacía seis meses y que son atribuidos a la variante Delta.
El viernes, por primera vez desde marzo, Israel registró más de 850 casos nuevos, y en los tres días anteriores la cifra había superado los 750. Hace dos semanas el país no contabilizaba muertes, pero hasta ayer ya sumaban 14. Asimismo, registra 5300 casos activos, la cifra más alta desde abril, 54 de ellos graves. Desde la semana anterior las autoridades han empezado a ofrecer una tercera dosis a personas con sistema inmunológico comprometido.
El gobierno israelí aplica la menor cantidad de restricciones posibles para no afectar aún más su economía, pero si la situación se agrava y la gente no cumple las reglas vigentes –otra vez uso de mascarillas en lugares cerrados, vacunación y distancia social– podría ser necesaria una cuarentena, ha advertido el primer ministro Naftali Bennett.
En España la situación se ha vuelto a agravar. Ya van por una quinta ola y hay una explosión de contagios. Hay toque de queda nocturno en Cataluña, Cantabria, Alicante y Valencia, una medida que no todos respetan, frente a lo cual se aplican sanciones y se desaloja a los infractores de los lugares públicos donde se encuentren.
La región de Cataluña, que el 1 de julio tenía 114 enfermos covid en cuidados intensivos y ayer sábado 297, teme el colapso de sus UCI en diez días. Otras comunidades como Galicia, Cantabria, Euskadi y Madrid también registraron ayer un incremento de pacientes en UCI, aunque sin llegar a una situación tan grave.
Veamos ahora a Reino Unido: el domingo pasado se desarrolló en el estadio de Wembley la final de la Eurocopa entre Inglaterra e Italia ante 60 mil aficionados cantando y gritando sin mascarilla. Sin embargo, una epidemióloga de la OMS comentó en Twitter que eso era “devastador” y que estimularía la transmisión de la covid-19, incluida la variante Delta.
En Reino Unido, el 87% de los adultos ya recibió una dosis y el 66% las dos. Pero a pesar de ese “muro protector” del que habla el primer ministro Boris Johnson, la incidencia de la variante Delta ha disparado los casos diarios a niveles que no se veían desde finales de enero. Ayer sábado, por ejemplo, se registraron 54 674 casos nuevos y 41 muertes.
Aun así, hoy domingo 19 Reino Unido puso fin a una serie de restricciones: el uso de mascarillas será opcional, el distanciamiento social no será obligatorio, las discotecas volverán a atender y los eventos sociales no tendrán límite de asistentes. La decisión se adopta pese al llamado de la OMS a la prudencia para no perder los logros obtenidos, a los reparos de 122 médicos y científicos que mediante una carta calificaron la estrategia como “peligrosa y prematura”, y a la oposición laborista que cree que la decisión es “de alto riesgo” y “fatalista”.
Un estudio del Kings College señala que el 47% de casos nuevos corresponden a personas que han recibido al menos una dosis de la vacuna. A propósito, el nuevo ministro de Salud, Sajid Javid, que la semana pasada había reconocido que el levantamiento de las restricciones podría disparar hasta 100 mil la cifra de contagios diarios en el verano, y pedía aprender a “convivir con el virus”, anunció ayer sábado que ha dado positivo a la covid-19. Javid tiene su vacunación completa, permanece aislado y asegura que sus síntomas son leves.
En Francia, esta semana el gobierno de Emmanuel Macron impuso nuevas medidas para incentivar la vacunación y evitar que una nueva ola obligue a nuevos cierres y afecte la economía: a todos los trabajadores de salud vacunación obligatoria y, a todos los ciudadanos, exigencia de un test PCR negativo o un carné sanitario donde conste la vacunación completa para poder ingresar a restaurantes, bares, cafés, residencias de ancianos, clínicas, hospitales, trenes y aviones. Como resultado, el viernes Francia batió un récord de vacunación en un solo día: casi 800 000 dosis
Un 40% de la población francesa ya recibió dos dosis; un 60 % de trabajadores del sector salud, también. Asimismo, un 80% de mayores de 60 años ha recibido al menos una dosis. Ayer sábado el país registró 16 nuevas muertes y, por segundo día consecutivo, superó los 10 000 contagios diarios. El aumento es causado por la variante Delta, que supone ya más del 67 % de los nuevos contagios.
En ese contexto, ayer miles de franceses protagonizaron multitudinarias manifestaciones en las principales ciudades contra lo que denominan una “dictadura sanitaria”, por lo que pidieron “libertad” y “dejar en paz mi cuerpo”. Es curioso, pero desde el 2005 los franceses están obligados a vacunarse contra la hepatitis B, y sin embargo, frente a las medidas que buscan incentivar la inmunización contra la covid, protestan.
Podríamos citar más ejemplos de países que parecían haber controlado la pandemia, pero la lista sería larga. Lo objetivo es que, con la presencia de la altamente contagiosa variante Delta en el Perú –15 casos confirmados en total–, el proceso de vacunación se debe acelerar y todas las medidas sanitarias mínimas se deben mantener: uso de mascarilla y distancia física. Caballeros nomás.
Radio Santo Domingo – RSD
Foto: Andina