“No descuidemos el papel esencial de la religión en la educación de las personas”
Creado el Viernes, 2 de Febrero del 2024 09:24:37 am
"Cabeza", para desarrollar el conocimiento a través del estudio académico y la investigación, teniendo en cuenta también la "tradición intelectual católica" y el "papel" de la religión que "nos compromete, entre otras cosas, a construir un mundo mejor, enseñando la convivencia mutua, la solidaridad fraterna y la paz".
"Corazón", para establecer "relaciones auténticas entre educadores y alumnos", caminando juntos y comprendiendo las necesidades e interrogantes de la vida. "Manos", entendidas como empeño solidario ante las necesidades de los más desfavorecidos.
El papa repite los "tres lenguajes" en la base de la misión educativa a los miembros de la Universidad de Notre Dame, institución católica de Indiana (EEUU), fundada en 1842 por el padre Edward Sorin, sacerdote francés de la Congregación de la Santa Cruz.
El pontífice recibió en el Vaticano al presidente y al consejo de administración y, en su breve saludo, recordando la misión de la universidad de "anunciar el Evangelio mediante la formación de cada persona en todas sus dimensiones", recordó las palabras del beato Basilio Moreau, fundador de la Congregación de la Santa Cruz: "La educación cristiana es el arte de conducir a los jóvenes hacia la plenitud".
Este arte se realiza no solo con la cabeza, sino también con el corazón y las manos. "Es el secreto de la educación", dice el papa, desmarcándose del texto escrito.
Que se piense lo que se siente y se hace, que se sienta lo que se piensa y se hace, que se haga lo que se siente y se piensa. Ese es el núcleo, no lo olviden.
Los tres lenguajes juntos, subraya el pontífice, "forman un horizonte dentro del cual las comunidades académicas católicas pueden esforzarse por formar personalidades sólidas y bien integradas, cuya visión de la vida esté animada por las enseñanzas de Cristo".
El papa subrayó que "no se puede descuidar el papel esencial de la religión en la educación del corazón de las personas". Por eso dice alegrarse de que "la Universidad de Notre Dame se caracterice por un ambiente que permite a los alumnos, a los profesores y al personal crecer espiritualmente y dar testimonio de la alegría del Evangelio, de su poder transformador para la sociedad y de su capacidad de dar a toda la fuerza para afrontar con sabiduría los desafíos de nuestro tiempo". (RSD Noticias).