La promesa de un Consolador
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:24:29 pm
Más conocido como Espíritu de la verdad o de la justicia, el paráclito prometido estaría muy cerca a la humanidad como una presencia constante e invisible.-“El peligro más que tuve fue ahí; porque me iban a meter al a acequia que había tras la empresa que iba al mar, como rio. Porque el jefe dijo a los otros amárrenlo de los pies y las manos y aviéntenlo al agua. Si me aventaban al agua me iba al mar pues. Entonces yo le dije a ellos: pero si ya estoy amarrado ya, yo no puedo hacer nada. Me amarraron la boca con un trapo y ya me arrastraban cerquita a la acequia, para que avienten. Yo dije que no lo hagan. Yo tengo a mis hijos, mi esposa….”.
Francisco Bazán Pajares, un jubilado de 80 años nos cuenta su experiencia mientras espera a su abogado en las frías bancas de la plaza de armas de Chimbote.
A unos metros más adelante, la pequeña Keyla de tan solo 15 años; no quiere callar lo que lleva dentro y se anima a relatar la razón por la que trabaja.
-“Mis hermanos agarraron y se metieron a la perdición; mi papá y mi mamá se separaron”.
-“Y de mis estudios tengo que ocuparme, porque como dejé de estudiar y necesité hacerlo. Y como mis papás desconfían de mí”.
-“Esa profesión me gusta, de los derechos. No solamente por mis hermanos sino porque quiero hacer justicia a la otra gente que no tiene nada como yo que tampoco tengo nada”.
Si se relataran las vivencias y los momentos difíciles por las que atraviesan personas de nuestro entorno, y más aún, si conocemos las experiencias del vecino o amigo que nos acompaña; se tendrá presente que todos tienen momentos difíciles. En aquellos tiempos de dolor; está El Espíritu consolador, acompañando y resguardando a los hombres creyentes o no creyentes.
-“Y yo le pediré al padre y, él les dará otro consejero que esté con ustedes para siempre: el Espíritu de verdad. No los dejaré huérfanos; vendré a ustedes”.
Jesús está presente en todos los momentos de la persona. Es él quien nos sostiene en sus brazos y limpia las lágrimas; quién nos susurra con el aire pasivo y acaricia dulcemente nuestras mejillas: él es el que frena los impulsos humanos; pero es, también, él quien nos da la libertad de elegir. Pues, es él la fuerza que evitó que el Sr. Bazán fuera asesinado y es la misma fuerza que impulsa a seguir sin desmayar a la pequeña Keyla.
-“Poniéndome fuerte. Agarrar y sacar conclusiones; porque la vida es así. Traen problemas y cosas así y es para lucharlos, para saber reflexionarlos. Como se dice ‘el dolor te hace fuerte’ y te hace madurar un poco más, saber que la vida es así y hay que luchar”.
Dejemos que el Espíritu de Dios consuele al desconsolado, levante al que ha caído y dé confianza al que tiene duda.
Escucha el audio del informe de la semana:
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