La Palabra del día 31 de mayo del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:10 pm
bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.Reflexión. Dios Uno y Trino es comunión perfecta, nos llama a vivir en comunión con él y con los demás.
1. Anécdota. La Trinidad es un misterio que no somos capaces de comprender con nuestra inteligencia. Cuando San Agustín escribía sobre la Trinidad, caminaba pensativo en la playa, de repente encontró un niño que metía agua en un pozo. Acercándose le pregunta por su acción, el niño responde que intenta meter el océano en el pozo de arena. Agustín riendo le dice que es posible. El niño, a su vez, responde que eso es lo que le está pasando a él, siendo un mortal, con una inteligencia pequeña, pretende comprender el misterio insondable de Dios Trino. Y Agustín es uno de los más grandes genios de la humanidad.
2. Caminos de entendimiento. 1º Nuestra experiencia. Estamos hechos para la relación con las personas, desde nuestro nacimiento necesitamos del calor y acogida de los otros. Cuando eso falta, habrán negativas consecuencias en la vida. El niño necesita amigos para el juego; el adolescente, el joven necesita relaciones más profundas; aquí surgen el enamoramiento, el matrimonio, la familia. Estamos hechos a imagen y semejanza de Dios Uno y Trino, Él nos ha hecho para el amor para el encuentro y la comunión con el otro.
2º Jesús. Él nos enseñó que Dios es comunión de personas. Nos habló del mismo Dios Único del AT, diciendo que es su Padre, que Él su Hijo y que del Padre enviará otro Consolador. Estos textos bíblicos condujeron a la Teología a formular que Dios es Uno y Trinidad de personas. Una imagen, aunque inadecuada, para explicar la Trinidad, es la familia: padre, madre e hijos, tres distintos hacen una familia.
3. Presencia. Dios no nos abandona, quiere ser parte de nuestra historia y compañero de camino. En el Evangelio, después de enviar Jesús a todo el mundo a sus discípulos les asegura: Recuerden, yo estaré con ustedes, todos los días hasta el fin del mundo. Ese es nuestro Dios, no encerrado al interior de si, siendo Trinidad comparte su amor. La comunión con él es fundamento y razón para nuestras relaciones con las personas en la amistad, en el amor y en el matrimonio. Y para que nuestra comunión con las personas sea auténtica, tiene cimentarse en la comunión con Dios Uno y Trino. Si esto no sucede nuestras relaciones serán superficiales y egoístas.
* Señor, gracias por ser un Dios comunión, un Dios que nos hizo a su imagen para no estar en soledad. Gracias por hacer de nuestra comunión contigo la fuente de toda relación con los demás. Que ello nos capacite para amar y ser creadores de fraternidad entre las personas. Feliz domingo.
Primera lectura: Deuteronomio 4,32-34.39-40: Moisés habló al pueblo, diciendo: Pregunta, pregunta a los tiempos antiguos, que te han precedido, desde el día en que Dios creó al hombre sobre la tierra: ¿hubo jamás, desde un extremo al otro del cielo, palabra tan grande como ésta?; ¿se oyó cosa semejante?; ¿hay algún pueblo que haya oído, como tú has oído, la voz del Dios vivo, hablando desde el fuego, y haya sobrevivido?; ¿algún Dios intentó jamás venir a buscarse una nación entre las otras por medio de pruebas, signos, prodigios y guerra, con mano fuerte y brazo poderoso, por grandes terrores, como todo lo que el Señor, vuestro Dios, hizo con vosotros en Egipto, ante vuestros ojos? Reconoce, pues, hoy y medita en tu corazón, que el Señor es el único Dios, allá arriba en el cielo, y aquí abajo en la tierra; no hay otro. Guarda los preceptos y mandamientos que yo te prescribo hoy, para que seas feliz, tú y tus hijos después de ti, y prolongues tus días en el suelo que el Señor, tu Dios, te da para siempre.
Salmo 32. Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad. La palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales; él ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra. / La palabra del Señor hizo el cielo; el aliento de su boca, sus ejércitos, porque él lo dijo, y existió, él lo mandó, y surgió. / Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan en su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre. / Nosotros aguardamos al Señor: él es nuestro auxilio y escudo; que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti. /
Romanos 8,14-17: Los que se dejan llevar por el Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios. Habéis recibido, no un espíritu de esclavitud, para recaer en el temor, sino un espíritu de hijos adoptivos, que nos hace gritar: ¡Abba! (Padre). Ese Espíritu y nuestro espíritu dan un testimonio concorde: que somos hijos de Dios; y, si somos hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, ya que sufrimos con él para ser también con él glorificados.
Fray Luis Galindo,O.P.