La Palabra del día 31 de enero del 2016
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:47 pm
te nombré profeta de los gentiles. Tú cíñete los lomos, ponte en pie y diles lo que yo te mando. No les tengas miedo, que si no, yo te meteré miedo de ellos. Mira; yo te convierto hoy en plaza fuerte, en columna de hierro, en muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes y príncipes de Judá, frente a los sacerdotes y la gente del campo. Lucharán contra ti, pero no te podrán, porque yo estoy contigo para librarte. Oráculo del Señor.Salmo 70. Mi boca contará tu salvación, Señor. *A ti, Sr, me acojo: no quede yo derrotado para siempre; tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo, inclina a mí tu oído, y sálvame. *Sé tu mi roca de refugio, el alcázar donde me salve, porque mi peña y mi alcázar eres tú, D mío, líbrame de la mano perversa. *Porque tú, D mío, fuiste mi esperanza y mi confianza, Sr, desde mi juventud. En el vientre materno ya me apoyaba en ti, en el seno tú me sostenías. *Mi boca contará tu auxilio, y todo el día tu salvación. Dios mío, me instruiste desde mi juventud, y hasta hoy relato tus maravillas.
1 Corintios 12,31-13,13. Hermanos: Ambicionad los carismas mejores. Y aún os voy a mostrar un camino excepcional. Ya podría yo hablar las lenguas de los hombres y de los ángeles; si no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o unos platillos que aturden. Ya podría tener el don de profecía y conocer todos los secretos y todo el saber, podría tener fe como para mover montañas; si no tengo amor, no soy nada. Podría repartir en limosnas todo lo que tengo y aun dejarme quemar vivo; si no tengo amor, de nada me sirve. El amor es paciente, afable; no tiene envidia; no presume ni se engríe; no es mal educado ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites. El amor no pasa nunca. ¿El don de profecía?, se acabará. ¿El don de lenguas?, enmudecerá. ¿El saber?, se acabará. Porque limitado es nuestro saber y limitada es nuestra profecía; pero cuando venga lo perfecto, lo limitado se acabará. Cuando yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño. Cuando me hice un hombre acabé con las cosas de niño. Ahora vemos confusamente en un espejo; entonces veremos cara a cara. Mi conocer es por ahora limitado; entonces podré conocer como D me conoce. En una palabra: quedan la fe, la esperanza, el amor: estas tres. La más grande es el amor.
Lucas 4,21-30. Comenzó Jesús a decir en la sinagoga: Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios. Y decían: ¿No es éste el hijo de José? Y Jesús les dijo: Sin duda me recitaréis aquel refrán: ‘Médico, cúrate a ti mismo’; haz también aquí en tu tierra lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún. Y añadió: Os aseguro ningún profeta es bien mirado en su tierra. Os garantizo que en Israel habla muchas viudas en tiempos de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos habla en Israel en tiempos del profeta Elíseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el sirio. Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba.
Reflexión. Dios nos llamó a una relación personal con Él y en consecuencia a una convivencia armoniosa con los demás. Y en todo esto hay un principio que lo envuelve todo que es el amor.
I. Mi relación con el Señor es especial, o mejor, su relación conmigo. Antes de crearme, en el seno materno, me conoció, antes de nacer me consagró y me constituyó profeta para anunciar su Palabra, según Jeremías. Esto muestra el amor del Señor que me acompaña a lo largo de toda mi vida; un amor eterno, pues un día le veré cara a cara.
II. Si uno experimenta este amor, se hace un profeta para anunciar esto. No podemos quedar mudos después de tal experiencia. Todos estamos llamados a ser profetas, es decir, portadores de buenas noticias. En la liturgia del domingo anterior veíamos que Jesús no sólo trajo, sino que él mismo es la Buena Noticia de salvación para todos.
III. No es fácil ser portadores de la buena nueva, nuestra sociedad tiene hoy anuncios que son más potentemente transmitidos. Hasta en la propia familia se encuentra oposición. Tantas personas sufren porque a su cónyuge o a sus hijos no les interesan las cosas de Dios. El Señor nos pide no tener miedo, y tener la certeza que él está con nosotros.
IV. No nos asustemos de esta situación, les pasó a todos los profetas de todos los tiempos, le pasó a Jeremías, quien sufrió el rechazó. Le pasó a Jesús, a quien su mismo pueblo le hostigó. En el texto de hoy, después de presentarse como el enviado, el Mesías, Jesús es repudiado y hasta lo quisieron despeñar, lo harán más tarde crucificándolo y matándolo.
- Demos gracias al Señor por la delicadeza que tiene para con nosotros, y pidámosle que nos ayude a ser valientes testigos de su Palabra. Ten un feliz domingo.
Fray Luis Galindo,O.P.